El prestigioso doctor Carlos Ballesta es pionero en la cirugía laparoscópica y director del Centro Médico Teknon de Barcelona, del Centro Laparoscópico del Hospital Ruber Internacional de Madrid y del Hospital Inmaculada de Granada.
¿Cuáles son los últimos avances en el tratamiento de la diabetes?
La diabetes es una enfermedad muy pesada para el que la padece. Hasta ahora se trataba mediante dieta y ejercicio, así como con medicación oral e insulina. Hoy en día podemos decir que se cura, mediante una cirugía que consiste en un baipás metabólico que, a través de laparoscopia, una técnica muy poco invasiva, se hace un ‘salto’ en las zonas que inducen la diabetes. Así, lo peor para la diabetes, que como sabemos, son el azúcar y la grasa, ya no pasan por ese circuito, así, no se segregan esas hormonas que estimulan la enfermedad.
¿Qué tipo de pacientes pueden aprovecharse de este avance tan novedoso?
Primero, es necesario que el paciente sea diabético del tipo II. Segundo, que le hagamos un análisis que determine que aún le queda reserva pancreática para que, cuando se le quite todo este ‘salto’, haya suficiente páncreas para segregar la insulina mínima que necesita el ser humano.
¿A dónde tienen que acudir aquellas personas que estén interesadas en esta cirugía?
Aún no se hace prácticamente en la sanidad pública, pero tarde o temprano se hará, es inevitable, ya que hay seis millones de diabéticos en España. Hace 20 años, cuando empecé a hacer la cirugía de la obesidad, no se hacía en los hospitales públicos y hoy en día todos los centros médicos públicos tienen una Unidad de Obesidad. Ocurrirá lo mismo con esta técnica tan novedosa. Por el momento se hace en los centros que regento, que son el Centro Médico Teknon de Barcelona, declarado centro de excelencia por la Federación Internacional de Obesidad (IFSO); el Centro Laparoscópico del Hospital Ruber Internacional de Madrid; y el Hospital Inmaculada de Granada.
¿Cómo nació esta técnica tan novedosa?
En el año 1995, fuimos pioneros en la operación de casos de obesidad mórbida, en el Centro Médico Teknon. El 50% de estos enfermos de obesidad padecían diabetes. Dependiendo del tipo de operación que le hiciésemos se le curaba la diabetes o no. Así, la IFSO llegó a la conclusión de que, si se estaba operando a personas con obesidad y era posible curarles la diabetes, también podría hacerse con personas que sin ser obesos, le sobraban 10 ó 15 kilos, a lo que llamábamos ‘diobesidad’ (diabetes y un poquito de obesidad). De esta manera, pudimos comprobar que en esos casos también se curaba la enfermedad con la cirugía que hacíamos. En último término, nos cuestionamos si este tipo de operación sería válido para personas que sufren diabetes pero que están en su peso ideal. Adaptamos la operación a este tipo de personas y surgió efecto. Pasaron de estar con 80 ó 100 unidades de insulina a no necesitar ninguna.
¿Cómo es el postoperatorio?
La recuperación es muy rápida, en 48 ó 72 horas el paciente está curado. Hacemos la operación y al día siguiente empieza a tomar, por vía oral, alimentos, y se controla si necesita o no algo de insulina. Entonces, una vez controlada la insulina, puede irse a su casa. Luego, si requiere, le vamos haciendo revisiones en el ambulatorio. Si el paciente se ha curado del hígado graso, del colesterol, de los triglicéridos y del azúcar, no harían falta revisiones. Como es por laparoscopia, el paciente tiene pocos puntos, que se quitan a los siete días de la operación.
¿Cuál será el siguiente paso en la investigación?
Aquellas personas que son diabéticos del tipo I no tienen reserva pancreática, por ello, por el momento no pueden ser operados, aunque estamos investigando en vacunas y otros avances. Este tipo de diabetes lo padecen el 10% de los diabéticos, el 90% pertenecen al tipo II. Llevamos ocho años investigando sobre células madre. La célula grasa del obeso es la primera, es decir, de ella van a derivar todas las demás células. Así, nuestra línea de investigación consiste en coger esta grasa, la ponemos en un laboratorio de cultivo y cultivamos células, para que pierda la marca de grasa y quede virgen. Entonces esa célula madre la inyectamos en el páncreas para que se transforme en células pancreáticas, y, entonces, el paciente pueda generar insulina. Si conseguimos que estas células que hemos creado nuevas, por cultivo, generen insulina, podremos curar la diabetes tipo I. También estamos trabajando en una vacuna, que estimamos que en unos años esté lista.
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