El hombre que busca a Santa Rita

Cualquiera diría que es la devoción religiosa la que guía los pasos de Josep Maria Pujals, un jubilado catalán que desde hace décadas recorre iglesias de medio mundo tomando fotografías de la imagen de Santa Rita. La India, Guatemala, Cuba, Italia, Canadá, Bolivia, Chile, Honduras (...) y recientemente... Almería.

Pujals reúne 1.413 fotografías de la imagen de Santa Rita, incluídas las que ha encontrado en sus recientes visitas a Níjar, Huércal-Overa, Dalías, Berja, Almería capital y Benecid (Fondón). Sus viajes sin fin en busca de la Santa no responden sin embargo a una cuestión religiosa. Entonces... ¿Por qué? “Porque en cada generación familiar ha habido una Rita: mi tía abuela, mi madre, mi hija y mi nieta se llaman Rita”, desvela Pujals, que con toda probabilidad dispone del mayor archivo fotográfico del mundo dedicado a la patrona de los imposibles.

La historia de Pujals es la historia de un viajero infatigable que ha convertido el nombre de las mujeres de su familia en el leitmotive de sus expediciones. Acompañado casi siempre de Isabel, su mujer, Pujals acumula cientos de vivencias desde su viaje iniciático, aquél que emprendió haciendo autostop en 1961 hasta Suecia, sin que la búsqueda de Santa Rita fuese entonces un fin en sí mismo.

“Recuerdo que al atravesar las autopistas de Alemania veía un gran movimiento militar. Cuando llegué a Suecia pude ver en la televisión que acababan de levantar el Muro de Berlín. Tenía 18 años por aquél entonces, una época en la que de España salía muy poca gente”, recuerda Pujals, pediatra de profesión, en conversación telefónica con este periódico. En esa aventura de principios de los 60 fue acompañado por un amigo de Ibiza y desde entonces no ha dejado de viajar. “La libertad sexual que pudimos ver era impensable en la España del Régimen. Aún recuerdo un baile en Heidelberg, con la gente besándose...”, explica ameno.

La aparición de Internet

Hubo un antes y un después de la aparición de Internet en los viajes de Josep. “Las iglesias y catedrales son algunos de los edificios habituales por los que pasa cualquier visitante. Así que fui encontrando alguna imagénes de Santa Rita, y empecé a fotografiarlas por los vínculos de ese nombre con las mujeres de mi familia. No era todavía un objetivo, eso vino después”, recuerda.

La verdadera búsqueda de imágenes de Santa Rita comenzó tras la llegada de Internet. “Comencé a investigar en la red antes de viajar”, desvela, y fue entonces cuando descubrió todo un mundo de posibilidades con imágenes de Santa Rica en decenas y decenas de países. Antes de acudir, llama por teléfono a las parroquias o a las oficinas de turismo, y así puede concertar citas y garantizar las fotografías. Sus viajes los recoge en un blog, santaritasantarita.blogspot.com.

Su estancia en Almería

Así es como viajó por segunda vez a Almería recientemente. “Estuve hace muchos años y ya entonces vi dos imágenes de Santa Rita en la capital, otra en Berja y otra en Adra. Ahora las he aumentado con las de Huércal-Overa y Níjar”, explica. También volvió a Berja, donde estuvo “en las fiestas de Alcaudique en honor a San Isidro y Santa Rita”. Josep destaca la “amabilidad” almeriense, gente “acogedora” de una provincia que le ha parecido “rica”. “La capital la he encontrado muy cambiada; el centro histórico estaba lleno de estadounidenses que acaban de llegar en un crucero”, recuerda.

Josep es una persona que respeta la religión católica. “De pequeño me tragué muchas misas, cada noche rezábamos el rosario, pero llegó un momento en que se acabó. Estudiaba medicina, me fui a confesar y el cura me abroncó. Ahí se acabó”, recuerda.

En Canadá, con un alcalde

Es un hombre que ha recorrido “toda Europa” y ha encontrado la imagen de Santa Rita en “España, Italia, Portugal, la Costa Azul francesa, Hungría, Alemania, Bélgica, Suiza y Malta. Menos en Croacia, que no encontré ninguna”, puntualiza. “Salvo Oceanía”, no hay continente que se le escape. Ha estado en toda América. “Desde Quebec cogimos un coche hasta Santa Rita, un pueblo donde nos recibió el alcalde y nos abrió la iglesia. También econtramos una imagen Toronto”, recuerda. También fotografió a santa Rita en Guatemala, Honduras, Cuba, Brasil, Bolivia, Chile y Argentina.

Josep ha logrado tejer una red de colaboradores entre sus amigos viajeros, que le envían fotografías de santa rita durante sus expediciones. “Les he contagiado la aficción”, explica.