El comienzo del curso escolar 2016 /2017 ha sido muy diferente del que esperaban Nerea y Laura, dos hermanas del municipio de Albox, de 16 y 13 años respectivamente, quienes cursan sus estudios en el IES Martín García Ramos de la localidad.
Desde que arrancarán las clases, no han podido acudir al centro educativo a compartir aulas con sus compañeros, el motivo no es otro que la inexistencia de un transporte que las lleve. Y es que desde este año, la ruta escolar que las trasladaba al centro ya no hace parada en su vivienda, lo que dificulta la llegada de las menores al instituto donde cursan sus estudios.
Ante la sorpresa del cambio del itinerario, tanto la propia familia afectada como el centro educativo se pusieron en contacto con la delegación territorial de Educación y finalmente, desde el área de Planificación de la delegación de la Junta de Andalucía les informaban de que esa parada, localizada en un paraje denominado Los Baltasares, donde ellas residen, se ha eliminado de la ruta que va hacia el centro de enseñanza de manera que, a las menores, no les quedaría más remedio que desplazarse dos kilómetros y medio a pie, por una carretera comarcal, sin iluminación ni arcén hasta la parada de Las Labores donde el autobús sí realiza parada.
Sin derechos
Para Ana López, madre de las estudiantes, no es de recibo que sus hijas tengan que hacer ese traslado solas “cuando ellas han cogido el autobús escolar en esta parada desde que iban al colegio, desde que eran pequeñas”.
Tras muchas llamadas al propio centro escolar y a la delegación territorial consiguió contactar con la inspectora de zona quien sobre la mesa puso como única solución viable que las menores se trasladarán a otro centro, en concreto el IES Cardenal Cisneros ubicado en el mismo municipio, al que separa solo una rambla del IES Martín García Ramos en el que ellas cursan sus estudios ya que, se da la circunstancia, de que el transporte escolar de este centro sí que ahora, realiza parada en la vivienda de las menores, pero al que, paradójicamente, no pueden subir porque no está habilitada la parada en su recorrido.
Cambio
Pese al profundo cambio que supone para Nerea y Laura el cambio de un centro en el que han estudiado desde su ingreso en el sistema educativo aceptaron el cambio como única solución para garantizar un transporte seguro, pero la sorpresa llegó cuando su madre, Ana, acudía al centro a solicitar los formularios para la matrícula. Fue entonces cuando, para su sorpresa, le informaron de que solo había plaza disponible para su hija mayor, de 16 años quien cursa primero de Bachillerato, no así para su hija de 13 años que estudia segundo de ESO. “No entiendo en primer lugar que deban cambiar de centro para seguir estudiando, les están quitando sus derechos a poder elegir su lugar de estudio pero ahora, además, no hay plaza para las dos”, denuncia Ana.
Sin que les haya llegado ninguna solución a esta situación, las pequeñas se mantienen en casa, sin acudir a clase. “Están angustiadas, son niñas muy estudiosas, de sobresaliente, nunca han faltado a clase, e incluso mi hija mayor ha enviado un correo a la inspectora de zona y a la directora del centro para pedirles una solución porque quieren seguir estudiando” relata a La Voz su madre.
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