Aparece una yegua herida cerca de donde mataron al burrito Alfalfero

Apenas nueve meses después de que el burrito Alfalfero fuera torturado hasta la muerte en una zona de cortijos junto al río Aguas en Turre, se ha vuelto a dar una agresión a un equino.

En la mañana de ayer martes, una yegua de una cuadra muy cercana a los eucaliptos en los que apareció el cadáver de Alfalfero, ha sido encontrada con diferentes heridas en sus patas, provocadas por una cuerda que aún tenía medio atada. Al parecer, el agresor o agresores invadieron la zona durante la noche e intentaron amarrar al animal por sus cuatro extremidades, provocándoles diferentes roces y heridas.

No obstante, según el testimonio de sus dueños y otras personas que han visto al animal, los agresores no pudieron finalmente dominar a la yegua, que se resistió a ser atada.

Pelo y roces
“En la cuadra hay roces y pelo del animal, pero cuando la hemos encontrado debía haberse desatado, pues la cuerda colgaba de una de sus patas, pero no estaba amarrada”, cuenta Cati Balastegui, vecina de los dueños del equino, y la desafortunada propietaria del burro que fue brutalmente asesinado hace meses.

Galatea, que es como se llama la yegua que ha sido agredida en la madrugada del lunes, ha sido inspeccionada por un veterinario y ya está recibiendo un tratamiento para curar sus heridas.

Hasta el lugar del suceso se ha trasladado la Policía Local y la Guardia Civil, que ha recopilado información y ha hecho varias fotos para elaborar un informe que será remitido al Seprona.

Piden justicia
Desde que a finales de junio del año pasado se dio a conocer el robo, tortura y asesinato del burro Alfalfero, en la misma zona del municipio turrero, miles de personas se han unido a la familia propietaria para demandar justicia. A día de hoy, cerca de 84.000 personas han firmado la petición para “encontrar a los asesinos”, según reza la misma, a través de la web www.change.org.

“Hemos perdido la esperanza”, confiesa la que fue dueña del animal, “pero seguimos luchando, porque si no se hace nada cualquier día pueden hacerle algo similar a una persona”.

Alfalfero, un burro de once años, desapareció de la huerta en la que vivía plácidamente la noche del 23 de junio. Lo habían comprado en Granada y lo trataban con mucho cariño. “Era un animal de compañía más que era la debilidad de mis hijos pequeños, que se paseaban sobre su lomo”, recuerda Balastegui. Alguien lo robó del cercado en el que pasaba la noche y apareció tres días después brutalmente asesinado, unos cientos de metros río arriba.

Torturado hasta la muerte
El animal estaba atado por las cuatro extremidades a sendos eucaliptos, en una postura totalmente antinatural. "Cuando llegamos al lugar vimos palos y calabacines que le habían introducido por el ano. Lo habían torturado y habían saltado sobre él. Luego habían barrido sus huellas", contaba Cati Balastegui días después del suceso, en el lugar donde apareció el cadáver, en la zona conocida como Las Pozas.

Ahora, la historia podría haberse repetido, y los culpables de lo sucedido en junio siguen libres, sin pagar por el daño que hicieron.

Por suerte, Galatea es un animal mucho más grande que el burro Alfalfero, lo que podría haber sido un factor determinante para que el equino no haya sufrido más daños que los que son visibles en sus patas traseras.

Más de 2.000€ de recompensa
Todo el municipio de Turre se solidarizó con la muerte del burrito Alfalfero. Además de la movilización a través de las redes sociales e Internet pidiendo justicia, algunos británicos amantes de los animales ofrecieron importantes cantidades de dinero para quien delatara a los asesinos del asno.

 El restaurante Finca Listonero, de la sierra turrera, y otros ciudadanos,  recaudaron dinero por su cuenta, apelando a amigos y conocidos, amantes de los animales y concienciados contra el maltrato animal. Además, una ciudadana del municipio de Los Gallardos también ofreció cerca de 1.000 euros más para quien ayude a conocer a los asesinos del burro. Sin embargo, meses después, no ha habido ninguna novedad.