Los camping de Cabo de Gata irán al juzgado contra instalaciones piratas

La moda in crescendo de las autocaravanas serpenteando por las calas del Cabo de Gata y las acampadas ilegales que, a veces, provocan, ha hecho que inversores pongan sus ojos en habilitar nuevas zonas de aparcamiento que ya están en marcha o en tramitación ante la alta demanda.

Desde el pasado año funciona un parking de autocaravanas en la zona del Nazareno, en breve se inaugurará otra en Aguamarga y en curso hay ya hasta ocho solicitudes más, entre ellas en Pujaire y Los Albaricoques.

Esta proliferación de nuevas zonas de estacionamiento para turistas de autocaravanas ha encolerizado a los propietarios de camping reglados que han puesto en marcha una ronda de reivindicaciones con las distintas administraciones como el Ayuntamiento de Níjar, la Junta Rectora del Parque Natural y la Consejería de Medio Ambiente y han anunciado que si no encuentran respuesta, iniciarán la vía legal.

La Federación de Camping de Andalucía considera que “estos aparcamientos de caravanas son en realidad camping piratas encubiertos que hacen la competencia a los que pagamos impuestos, en Málaga la justicia ya ha cerrado varias instalaciones de éstas por no cumplir la normativa”.

En la zona del Cabo de Gata hay en la actualidad cuatro camping abiertos: Los Escullos, Las negras, el TAU San José y el de San Miguel de Cabo de Gata, perteneciente éste último al termino municipal de Almería, que dan empleo a un centenar de personas.

Uno de los empresarios afectados, el propietario de Los Escullos y vicepresidente de Asemparna, Juan Pardo, explica que “lo que ocurre con esas instalaciones es que son aparcamientos de caravanas pero en realidad actúan como camping y permiten que se saquen mesas, sillas y que incluso se vea la televisión, eso degrada nuestro Parque Natura y va en perjuicio de los que pagamos nuestros impuestos”.

Según los campistas afectados, “las playas del Cabo de Gata son de los pocos sitio donde las autoridades toleran la acampada de autocaravanas, privatizando un bien público, es como tener un apartamento a pie de las mejores playas del mediterráneo, como ocurre en el Arco de Aguamarga”.

Consideran también que “con la autorización que está haciendo el Ayuntamiento y la Consejería de Medio Ambiente de las áreas de aparcamiento, se está viendo que es peor el remedio que la enfermedad, porque se crean docenas de parking que luego se convierten en camping encubiertos en toda la costa nijareña”.

Los campista niegan que los camping sean caros ya que cuestan 9 euros la noche con toda clase de servicios, “igual que lo que cobran los aparcamientos piratas”.

“No podemos oponernos si cumplen la ley”
El concejal de Turismo de Níjar, Alexis Pineda, ha salido al paso de la denuncia de los campistas aduciendo que “los aparcamientos de caravanas son una medida para proteger el Parque y nosotros por normativa no nos podemos oponer, siempre que cumplan los requisitos”. Reconoce que “hay varias propuestas en marcha y eso puede contribuir a reducir las acampadas ilegales”. El edil apela a que “las autocaravanas son un fenómeno que estamos viendo que va a más y hay que saber regularlo, estamos abiertos a sugerencias y los empresarios de camping están en su derecho de alegar, el máximo que pueden estar en estas instalaciones son 72 horas”.