Una joven ejidense logra las mejores notas de la UGR

Asegura que el único secreto es la “constancia”. “Nunca me rindo”, dice esta joven ejidense de 22 años, Premio UGR-Caja Rural a la Excelencia en el rendimiento académico universitario y premio de su facultad por el mejor expediente de grado. María José Figueroa, que se fue hace cuatro años a la Universidad de Granada a estudiar Nutrición Humana y Dietética, ha logrado a lo largo de este tiempo uno de esos récords académicos al alcance de muy pocos: en su fulgurante expediente hay 20 matrículas de honor y ocho sobresalientes. “Es fundamental ser constante y que el esfuerzo sea permanente. Y también que te guste lo que estés estudiando”, cuenta.

La brillante estudiante está ahora realizando sus primeras prácticas en el CUAM (Centro Universitario Analítico Municipal) de El Ejido. El centro integra los conocimientos técnicos de la UAL, la investigación aplicada y la tecnología punta con el desarrollo permanente del sector agroalimentario. María José ha logrado las mejores notas en Ciencias de la Salud, con un 9,188 sobre 10. Ha sido la mejor de su facultad -que acoge las carreras de Farmacia, Nutrición Humana y Dietética y Tecnología de los Alimentos-, logrando el Premio al Mejor Expediente de Grado, reconocimiento que le dieron el pasado mes de octubre, en un acto celebrado en la Universidad de Granada. La semana pasada, sus calificaciones merecieron otro galardón, en este caso el Premio a la Excelencia Académica UGR-Caja Rural de Granada, que compartió con otros 28 alumnos de la cuarta universidad española en número de alumnos, en torno a 60.000. 

“Cuando acabé el bachillerato e hice la selectividad estaba indecisa, pero finalmente me decidí por Nutrición y creo que fue un acierto”, apunta María José. La joven está realizando en la actualidad las prácticas del Máster en Biotecnología Industrial y Agroalimentaria que cursa en la Universidad de Almería. “Llevo dos meses y estoy muy contenta”, señala. 

Aunque todavía no tiene claro cuál será la línea de investigación en la que se centrará en el futuro, por ahora apunta a la nutrición clínica y a la seguridad alimentaria y calidad de los alimentos como las dos que más le atraen. “Creo que en esta última aquí hay mucho por hacer, sobre todo en El Ejido, donde el producto agrícola es fundamental”, destaca. Aunque sus padres no están vinculados directamente con la agricultura -su padre es policía-, en su familia sí hay propietarios de invernaderos. “Es algo con lo que he crecido”. 

La mejor estudiante de la UGR en Ciencias de la Salud fue también una brillante alumna del instituto Fuentenueva. Después de terminar el Máster y de concluir una etapa académica repleta de éxitos, a María José le gustaría pasar un tiempo en el extranjero, aunque todavía no ha decidido dónde.