"Nos hemos convertido en un pequeño pueblo Europeo"

Situado en la comarca del Almanzora, a unos 100 kilómetros de la capital, Arboleas se ha convertido en el municipio español con la mayor tasa de jubilados británicos. El 30 % de sus habitantes (unos 1.400) son oriundos de la zona, el 70% restante son de origen extranjero. Por sus calles y plazas pasean un total de 40 nacionalidades, mayoritariamente europeas; belgas, holandeses, alemanes y sobre todo, británicos (alrededor de 3.500).

La presencia de estos vecinos han hecho del municipio un espacio singular. “Nos hemos convertido en un pueblo de Europa”, señala a La Voz su alcalde, el socialista Cristóbal  García, quien confiesa el reto que supone gobernar un territorio tan peculiar, ya no solo por la variedad cultural de sus habitantes sino por el hecho de que gran parte de ellos sean pensionistas.

En Arboleas las infraestructuras que demandan los ciudadanos no son guarderías ni zonas infantiles, aquí lo que urgen son centros sociales y parques biosaludables, que los mayores puedan  disfrutar. “En unos meses también abriremos el centro de salud y un centro social es un reto importante”.

Europeos
La entrada de España en la Unión Europea fue un punto de inflexión para este municipio almeriense. En 1986 con la libertad de movimiento para todos los ciudadanos de los países miembros  se abría un futuro para Arboleas. “Nos convertimos en un pueblo de interés para los jubilados. Nuestro clima, la calidad de nuestro entorno y la tranquilidad de nuestras calles son un atractivo inmejorable para quienes se enfrentan a la última etapa de su vida”. Es curioso como en este municipio el futuro no está en manos de los jóvenes, de las nuevas generaciones sino en los mayores. “Es un fenómeno muy particular. Es el azar  el que se ha encargado de que los pueblos de interior no desaparezcamos. Nosotros no somos atractivos para ninguna administración pública, de ahí que no recibamos grandes inversiones. Nadie apuesta por nosotros, estábamos diseñados para desaparecer pero sin embargo, la llegada de los mayores europeos nos ha cambiado la vida”, confiesa el alcalde. El día a día no es el mismo desde hace unas décadas porque ya no se conoce a los vecinos “de toda la vida” es al revés, hay a quienes conoces en profundidad “ya en el final de sus días”.

Con los nuevos residentes  se ha generado una cultura híbrida. Fundamentalmente la colonia británica, la mayoritaria, tiene un movimiento social bastante organizado. “Realizan teatros, mercadillos y tienen asociaciones de todo tipo”. Hay buenas relaciones y un entendimiento tácito que también se ha plasmado en la propia gestión municipal. Tres de los concejales del equipo de gobierno en la actualidad son de origen inglés. “Creamos la concejalía de Traducción y Atención al ciudadano para dar respuesta a todas las necesidades de esta población. Desde las gestiones para dar de alta la luz y el agua, al asesoramiento de los servicios etc”, relata Cristóbal García.

Tampoco debemos olvidar la aportación de capital que han realizado en la zona. En los tiempos de crisis que hemos atravesado el municipio ha salido adelante “en gran medida gracias a ellos. Su dinero no es para especular, se invierte en el propio pueblo, en restaurantes, bares, servicios. Son buenos consumidores”, matiza el regidor.

Incertidumbre
Y de pronto, llegó el Brexit. Desde el municipio se vive con mucha incertidumbre las consecuencias que la salida de Gran Bretaña  de la Unión Europea suponga para sus ciudadanos residentes en nuestro país. “La comunidad inglesa está perpleja con sus gobernantes. No entienden cómo un tercio de la población británica ha decidido el futuro de todos ellos. Están muy enfadados y no saben qué va a pasar con los servicios que ahora reciben”.  Cuando la salida de la Europa comunitaria se haga efectiva, los ciudadanos de origen inglés perderán desde su derecho al voto hasta la asistencia sanitaria.

“Están preocupados por lo que ocurrirá. Todo dependerá de las negociaciones emprendidas. Ellos esperan que se les tenga en cuenta derechos por su antigüedad, pues algunos residen entre nosotros desde dos décadas”.

Futuro
En el último año se han vendido en el municipio unas 300 viviendas a ciudadanos europeos. “Llama la atención cómo muchos de ellos son ingleses y, aunque desde el Ayuntamiento, se les informa de las incertidumbres actuales responden con un ‘me da igual’”. Y es que el futuro sigue pasando por ellos. No se sabe qué ocurrirá pero, tienen claro , que el hueco que pueda dejar la población inglesa será ocupada por otros europeos.

“No hay aquí otra alternativa de vida. Nosotros seguiremos trabajando para mantener las condiciones óptimas para que Arboleas siga siendo un municipio atractivo para ellos”, sentencia Cristóbal García.