Mojácar

Mojácar la Vieja ‘revivirá’ gracias a arqueólogos de Granada

La UGR ha elaborado un proyecto para hacer visitable el yacimiento con restos andalusíes

Cerro en el que está situado el yacimiento.
Cerro en el que está situado el yacimiento. La Voz
La Voz
19:13 • 20 jun. 2018

A iniciativa de la Concejalía de Turismo del Ayuntamiento de Mojácar, la Universidad de Granada ha elaborado un proyecto de investigación, conservación y puesta en valor de Mojácar la Vieja, con el objetivo de poner en valor dicho yacimiento y adecuarlo para la visita pública. Desde el inicio del proyecto, el Ayuntamiento de Mojácar ha contado con la colaboración de la Fundación Valparaíso, propietaria de gran parte de los terrenos sobre los que se ubica el yacimiento y quién ha colaborado en la búsqueda del prestigioso equipo de historiadores y arqueólogos que han redactado y dirigen el proyecto. 



Valparaíso ha anunciado al Consistorio de Mojácar su intención de colaborar dándole al proyecto una gran dimensión internacional. El resto de los vecinos, propietarios de estos terrenos catalogados como Bien de Interés Cultural, se muestran también ilusionados ante esta actuación de iniciativa municipal que vendrá a poner en valor el patrimonio cultural. Numerosos estudiantes universitarios de Arqueología e Historia han mostrado su interés, a través de la Universidad de Granada, por venir a investigar sobre el terreno.Se han recibido más de 200 peticiones, siendo finalmente elegidos 55 voluntarios.





Desde la Prehistoria 



La zona arqueológica de Las Pilas-Mojácar la Vieja fue el primer asentamiento de la población, abandonada hace siglos para establecerse en su actual emplazamiento. Mojácar, habitada desde la antigüedad, cuenta en su término municipal con una enorme riqueza patrimonial protegida por su consideración como bienes de interés cultural. El yacimiento de Mojácar la Vieja se ubica en un cerro de laderas muy inclinadas, que le da un aspecto piramidal que domina la vega del río Aguas. Esta privilegiada situación geográfica favoreció la ocupación desde la época prehistórica, documentándose en su base un asentamiento de dicha época. No obstante, los restos arqueológicos actualmente visibles en el propio cerro pertenecen al periodo andalusí, cuando el cerro fue ocupado por las primeras comunidades islámicas. 




La cima del cerro está coronada por un aljibe de grandes dimensiones, extendiéndose las viviendas, de una forma escalonada, por la ladera sur y sureste. Asimismo, tanto en la pequeña meseta de la cima, como en una altura media de la ladera, se observan construcciones defensivas, entre las que es fácil de identificar, tramos de muralla, torres, e incluso, una puerta de acceso desde el recinto amurallado inferior al interior del poblado.



La investigación del asentamiento puede permitir obtener interesantes datos urbanísticos, arquitectónicos y sociales de las primeras comunidades islámicas del Levante.




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