Las uvas tradicionales de Almería van a estar presentes el los huertos y jardines del monumento más visitado de España, la Alhambra de Granada. Y será una variedad autóctona de Bayárcal, la Sora y Quina, la que, quinientos años después, vuelva a ser plantada en las huertas del Generalife.
“El municipio de Bayárcal colabora con la Alhambra para recuperar el autenticismo y esplendor de los huertos que abastecían la Ciudad Palaciega”, señala el alcalde de este municipio , Jacinto Navarro, en su perfil de Facebook.
Todo parte del ‘Reparto de Variedades Históricas de Uva de Mesa de Almería’ que cada año organiza el Grupo Ecologista Mediterráneo (GEM) con el objetivo de evitar la pérdida de las parras que forman parte vida de la historia y de la biodiversidad de la provincia.
Según explica Navarro, “todo comenzó tras recuperar dos especies de parras autóctonas de Bayárcal y recibir el premio a la recuperación de especies autóctonas por la Diputación de Almería, gracias a la propuesta del grupo Ecologista Mediterráneo, y difundir estos acontecimientos por las redes sociales”. Se trata de las variedades Quina y Sora, “dos variedades de la Alpujarra almeriense únicas y de un valor incalculable”, destaca Antonio Rubio, coordinador del proyecto de recuperación de parras del GEM.
A raíz de ahí, el Ayuntamiento de Bayárcal recibió una petición de los responsables de jardinería de la Alhambra, porque “resulta que estás especies hace más de 500 años estaban en los huertos de la Alhambra”, comenta el alcalde. Por eso, el Ayuntamiento “ha donado con mucho orgullo 30 plantones de parra de las variedades Sora y Quina que serán plantadas en los próximos días en los huertos de la Alhambra. Un orgullo para Bayárcal y para mí como alcalde”.
La Alhambra cultiva siete hectáreas de su superficie y sus huertas son las únicas cultivadas de manera ininterrumpida desde época andalusí hasta la actualidad, utilizando los métodos que se seguían antes. Los huertos rodean el Generalife y tienen un alto valor paisajístico y cultural, pero además la Alhambra desarrolla una serie de proyectos de recuperación de especies y variedades históricas, como es el caso de las parras de uvas autóctonas de Bayárcal.
Situadas en los terrenos más elevados de la Alhambra, estas huertas medievales mantienen la forma de trabajar de los hortelanos tradicionales para conservar los oficios ancestrales y trasmitirlos a nuevas generaciones, una manera de preservar este tipo de agricultura ecológica frente a los monocultivos actuales.
Además, los alrededor de 3.000 kilos de cosecha anuales de estas monumentales huertas se recolectan con fines sociales y se distribuyen a ONG, centros de menores, residencias de ancianos y asociaciones para que su continuidad tenga sentido. Y pronto, entre estos productos habrá uvas de Bayárcal.
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