La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Almería celebró este lunes la primera sesión del juicio oral por la presunta violación en grupo a una joven vecina de Campohermoso (Comarca de Níjar). Los tres acusados, actualmente en libertad, se enfrentan a peticiones de 23 años de prisión por una presunta agresión sexual cometida en un descampado la madrugada del 10 de abril de 2016.
J. M. de 27 años, A. E. de 28 años y A. M. de 32 años comparecieron durante dos horas en la sala de vistas para negar rotundamente las acusaciones de violación y atacar la credibilidad de la denunciante. “Nos sentimos víctimas, tanto yo como mi familia, por lo que estamos pasando aquí y en el pueblo”, señaló J. M. en su declaración. “Llevo 1.104 días esperando este momento, tengo a mi familia sentada detrás y me estoy defendiendo de algo que no he cometido”, aseveró emocionado A. M. a preguntas del fiscal.
Los procesados, que deslizaron palabras duras contra la víctima y sus hábitos entre las llamadas de atención del magistrado Jesús Martínez, aseguran que se toparon con la denunciante en un pub. “Estaba bebida y se cayó en varias ocasiones, incluso de un taburete”, subrayó A. E. de 28 años de edad.
Según su relato, la chica se acercó a ellos, les invitó a alcohol y siguió a dos de ellos hasta un coche estacionado en las inmediaciones para consumir cocaína y porros. Ambos negaron haber mantenido relaciones sexuales.
La escena, según los acusados, se repitió posteriormente en un segundo vehículo, hasta que la Guardia Civil sorprendió a los chicos y se llevó detenido a A. M. “A. E. se fue a su casa y ella se marchó andando”.
La joven presentó denuncia por agresión sexual múltiple contra los acusados A. M. y A. E., con quien fue sorprendida consumiendo drogas en el turismo, y contra una tercero, J. M. de 27 años, con quien había tenido una breve relación sentimental en el instituto. “Llevo tres años esperando para saber por qué ha hecho esto”, dijo A. M. “Nunca en la vida se me pasaría por la cabeza hacerle algo, ni a ella ni a ninguna”, dijo A. E. a preguntas de su defensa.
La denuncia
La declaración de la denunciante se celebró a puerta cerrada para proteger los derechos de la víctima, a pesar de que desde el comienzo se mencionó su nombre completo e incluso referencias sobre su residencia y centro de trabajo en un sala llena de público.
No obstante, fuentes jurídicas consultadas por LA VOZ DE ALMERÍA señalan que la joven mantuvo esencialmente el relato de la acusación y recalcó que no tuvo posibilidad de defenderse frente a los tres procesados, sola en un descampado y afectada por el consumo de alcohol.
La chica presentó una denuncia ante la Guardia Civil dos días después de los hechos y, según el análisis forense, tenía un desgarro en la zona anal.
“J. M. le quitó el pantalón, le arrancó el tanga y le quitó la camiseta que llevaba puesta”, dice la acusación ejercida por los letrados Gonzalo Rodríguez y Martín de los Reyes Martínez. “Ayudado por A. M. y A. E., forzó a la víctima a colocarse en la postura ‘a cuatro patas’ en el asiento trasero”, continúa el escrito.
Las defensas, ejercidas por los letrados Mónica Moya, Enrique Sánchez y José Miguel Ramos, cuestionan por qué tardó dos días en denunciar si se encontró con la Guardia Civil aquella noche y niegan las relaciones, consentidas o no.
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