Este verano, la costa de Almería está recibiendo unos visitantes poco habituales y son muchos los bañistas que llaman al 112 o a organizaciones relacionadas con la fauna marina, como es el caso de Equinac, para avisar de que se están viendo muchas rayas muy cerca de la orilla. “No les pasa nada y solo hay que dejarlas tranquilas”. Se acerca a la costa normalmente en primavera-verano y por temas reproductivos, bien para aparearse o bien para dar a luz a las crías (es ovovivípara), explican desde Equinac.
En el caso de ver una, lo que hay que hacer es avisar al 112, “pero hay que dejarlas tranquilas porque estos animales están en su medio, en su hogar, nosotros, no; no hay que molestarlas, ni tocarlas”, insisten desde la organización y recuerdan que “si se ven amenazadas pueden usar su aguijón para defenderse”.
La Dasyatis pastinaca (nombre científico de la raya) que se está observando tanto en Almerimar como en otras muchas zonas de la costa española y almeriense es la Pteroplatytrygon violácea (una familia de elasmobranquios, que conforman una subclase dentro de los peces cartilaginosos entre los que se encuentran las rayas (superorden Batoidea), conocida también como pastinaca pelágica o pastinaca violácea, y los tiburones (superorden Selachimorpha), entre otros.
Esta especie vive nadando en la columna de agua durante toda su vida, rara vez se posa en el fondo y se alimenta de pequeños peces e invertebrados pelágicos.
Es un animal inofensivo y asustadizo pero de carácter más curioso que otras especies de pastinacas. Posee uno o varios aguijones venenosos en la base de la cola que puede utilizar como defensa si se le molesta.
El macho para poder copular con la hembra la muerde para sujetarla, “por eso podéis ver que hay animales que llevan marcas de ese tipo, otro motivo por el que podéis verlas con heridas es porque estamos en época de captura de peces con palangre de superficie, estos animales que se puedan quedar enganchados y que no tienen valor comercial, se quitan de los anzuelos por parte de los pescadores y se lanzan al mar de nuevo”.
Estos animales cicatrizan bastante bien y, como el resto de los peces, al no respirar por pulmones como los cetáceos o tortugas marinas, no se pueden sacar del agua, por lo que, es muy complejo su traslado a ningún centro de rescate.
Equinac agradece al Aquarium Costa de Almería de Roquetas de Mar, “por pasarnos la información detallada de la biología de estos animales, ya que en Equinac, como sabéis, nos dedicamos al rescate de cetáceos (mamíferos marinos) y tortugas marinas, no de peces, y por ofrecerse, dentro de sus posibilidades, para ayudar a estos animales”, destaca esta organización sin ánimo de lucro.
Rayas y mantas
Hay quien confunde la raya y la manta, sin embargo, aunque se trata de peces cartilaginosos, hay muchas diferencias entre ambos. Las mantas son mucho mas grandes, pueden llegar a medir más de 6 metros de punta a punta de las aletas y pesar una tonelada, mientras, que las rayas apenas llegan a medir dos metros y su peso medio es de 40 kilos.
Otra diferencia importantes es su alimentación. Las rayas se alimentan principalmente de crustáceos, moluscos o de algún pequeño pez, en cambio las mantas comen plancton y ocasionalmente de algún pez o calamar. Y precisamente la alimentación marca otra importante diferencia: la posición de su boca. Las rayas la tienen en la zona ventral del cuerpo para ir nadando por el fondo y capturar bien el alimento y las mantas, al tenerla en la zona craneal, pueden comer gran cantidad de plancton. Por último, la manta vive en las aguas tropicales, cerca de los arrecifes de coral, y la raya en el Mediterráneo y Atlántico oriental.
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