Una ‘Mujer del Almanzora’ para traer fertilidad a la comarca

Si en todas las culturas antiguas la mujer es la tierra como símbolo de la fertilidad, en el Valle del Almanzora el mármol siempre ha representado lo fecundo. De ahí el significado del mayor proyecto de escultura monumental urbana concebido hasta la fecha por Antonio López: ‘La mujer del Almanzora’. Se trata de una metáfora del crecimiento que está llamada a experimentar la llamada Ciudad de la Cultura de Olula del Río y, con ella, Almería entera.

El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, y el creador de Tomelloso inauguraron ayer lunes esta cabeza colosal de ocho metros de altura realizada íntegramente en mármol blanco de Macael, material que el maestro manchego definió como “una maravilla”. “Armoniza con la belleza del paisaje de Almería que la rodea”, expresó el pintor y escultor, antes de calificar como “perfecta” su ubicación frente al Museo Casa Ibáñez y junto al Centro Pérez Siquier.

El proyecto

El proyecto se remonta ocho años atrás cuando el pintor Andrés García Ibáñez propuso a Antonio López, en el contexto de una visita a su taller de Madrid, el reto de realizar esta escultura de 230 toneladas de peso que ahora preside el entorno de la Ciudad de la Cultura. “Tenía varias cabezas en una mesa y yo señalé mi elegida”, relató el presidente de la Fundación Ibáñez Cosentino y alma máter del proyecto.

Esta cabeza femenina de aspecto intemporal tiene su origen en una visión que el artista experimentó hace tiempo en una visita a la Facultad de Bellas Artes de Madrid: “Vi a una alumna que me deslumbró y durante semanas modelé en cera su figura a tamaño natural hasta mitad del vientre; su precioso pelo rizado se lo recogía en lo que parecía un gorro de baño, justo de la forma que Fidias representó a la diosa Artemisa en el Partenón de Atenas. Ese elemento purificaba la sexualidad de la figura desnuda y le incorporaba una singularidad que la acercaba a nuestro tiempo”.

‘La mujer del Almanzora’, en la que solo está representada la cabeza y el cuello somo un guiño a lo sagrado respecto a aquella primera visión, se ha financiado desde el sector privado gracias en buena medida a una campaña de ‘crowdfunding’ a través de las que se vendieron 180 cabezas de bronce a partir del modelado original del artista. 

Sin embargo, el proyecto no se habría podido materializar sin las aportaciones de empresas de la zona como Cosentino -que donó tanto la piedra como su extracción- y Cuéllar -que renunció a parte de los honorarios por el tallado de la misma- y de creadores como el propio Antonio López y el arquitecto Ángel Ibáñez Ceba, director técnico de la obra.

Parte del atractivo de la escultura reside también en el hecho de que está hueca y, por tanto, es visitable en su interior. Allí se abre un centro de interpretación en el que se detalla el ejercicio de ingeniería que ha supuesto su construcción a partir de 84 bloques de piedra y 1.700 barras con amortiguadores sísmicos que garantizan su perdurabilidad.

Un “legado universal” que, según el presidente de la Junta, cualquier ciudad del mundo querría para sí y que sirve para homenajear a la mujer.