Ecologistas ya denunciaron vertidos “ilegales”de purines este mismo año

Las recientes lluvias torrenciales no sólo han dejado a su paso un reguero de caminos rurales inutilizados además de daños en inmuebles y carreteras. Las consecuencias de la gota fría se han traducido también en una alarma medioambiental en Huércal-Overa, donde la asociación Ecologistas en Acción denunció ayer un “desastre medioambiental” como consecuencia del “desbordamiento” de varias balsas de purines procedentes de una macrogranja porcina.

Tras denunciar este suceso, la coordinadora de zona de Ecologistas en Acción, Encarnación Samblás, ha recordado que los purines están compuestos por “la orina y los excrementos de los cerdos mezclada con agua”. Una mezcla que cuando se limpian las granjas se vierte “en balsas de grandes dimensiones y cuando rebosan, se desbordan o en muchas ocasiones los ganaderos se ven avocados a abrirlas porque están llenas y no saben qué hacer”.

Denuncia a la Fiscalía
Esta práctica hace que lo ocurrido tras las recientes lluvias no sea algo inédito en este municipio, una de las localidades de la provincia donde más ha proliferado la implantación de estas granjas. Según la coordinadora de la asociación ecologista, esta práctica “ilegal” para vaciar las balsas ya provocó meses atrás una denuncia ante la Fiscalía contra otras granjas cercanas.

“Hubo un derrame con inundación de fincas de producción ecológica por lo que las consecuencias son grandes porque el certificado de la producción ecológica se puede ver afectado”. Otros posibles damnificados, los agricultores ecológicos, que pueden verse afectados tanto por las lluvias como por las consecuencias de esta práctica en macrogranjas.

Lo ocurrido tras las lluvias torrenciales ha sido según Samblás todo un “desastre medioambiental” como denunció ayer en declaraciones a la Cadena SER, en las que subrayó que la flora y fauna se ha visto “afectada”, al margen de la “contaminación de acuíferos que se tendrá en un futuro” debido a la filtración de purines. “Se llegaron a ver animales muertos”, añadió.

Tal y como este periódico reflejaba ayer, la explotación donde presuntamente se encontraban los últimos vertidos se ubica en el paraje El Romeral de la pedanía de Gacía. “Al estar situada en medio de una cañada, al romper el agua varias  balsas y desbordarse, miles de metros cúbicos de purines han sido arrastrados, desembocando en ramblas, propiedades ajenas, pozos y, en última instancia, el mar”, denuncia la asociación.