La sombra del coronavirus es alargada. Aunque aún no se pueden confirmar contagios el Levante, la comarca anda completamente revolucionada. No hay más que darse una vuelta por la playa de Mojácar, donde chiringuitos como el popular Aku Aku o el Aurora han decidido cerrar apenas unos días después del arranque de la temporada.
Y es que la práctica totalidad de los chiringuitos, restaurantes y locales del municipio no han abierto hoy sus puertas para sumarse a los esfuerzos por contener la propagación del virus, dejando una estampa nunca vista durante un sábado de comienzo de temporada: la de un pueblo fantasma, con las calles prácticamente desiertas y muy pocos automóviles circulando por la (normalmente) transitada 'zona de los chiringuitos'.
Además, el Ayuntamiento ha procedido a precintar las playas del municipio, e incluso el paseo marítimo, así como parques infantiles y de gimnasia, entre otras instalaciones municipales al aire libre
La quietud de hoy contrasta poderosamente con el bullicio de las concurridas terrazas que se podían ver ayer en algunos chiringuitos y restaurantes, tanto en Mojácar como en otros pueblos de la costa como Vera o Pulpí, una situación que ha molestado a muchos vecinos, que también han sido críticos con la afluencia de multitud de visitantes de zonas de riesgo, como Madrid.
Por las redes sociales circulan desde ayer mensajes instando a la gente a permanecer en sus casas, una campaña a la que el propio Ayuntamiento se ha sumado bajo el popular hashtag #quédateencasa. Pero el Consistorio ha ido más allá, pidiendo a la gente a través de un coche con megafonía que permanezca en sus domicilios y sigan las medidas de seguridad establecidas, de la misma forma que veíamos ayer en Vera y como han también han hecho otros pueblos costeros del Levante.
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