La Voz de Almería
23:39 • 05 dic. 2011
Gran parte del consumo energético de nuestra sociedad está ligado a las actividades que desarrollamos de forma cotidiana en edificios como viviendas, oficinas, establecimientos de ocio o sedes de administraciones.
La suma del consumo de energía en los edificios andaluces supone casi el 24 por ciento del consumo final de energía de la región, siendo la climatización (producción de frío y calor), el uso al que más energía dedicamos, por encima de la iluminación o la producción de agua caliente para uso sanitario.
Este elevado consumo no ha pasado desapercibido para administraciones y empresas, que buscan conjuntamente fórmulas para optimizar el gasto mediante soluciones que aúnen la implantación de sistemas de energías renovables, la adopción de medidas de ahorro y eficiencia y la aplicación de nuevas tecnologías. En el modelo energético tradicional, los edificios representan un gran número de puntos de consumo que requieren energía del exterior (redes eléctricas, gas o gasóleo, principalmente).
Esta situación está cambiando hacia un modelo energético más sostenible por el que se apuesta desde la Agencia Andaluza de la Energía. Gracias al avance tecnológico que han experimentado las energías renovables y las posibilidades que ofrecen las ‘smart grids’ (redes inteligentes de energía), junto con el desarrollo de los sistemas de almacenamiento de energía, se podrá reducir al máximo la demanda energética de nuestros edificios y autoproducir el total o gran parte de la energía que consumen.
En este contexto, nuestra región se halla bien posicionada dada la gran cantidad de recursos renovables que posee (especialmente energía solar y biomasa) y el importante desarrollo tecnológico experimentado con dos objetivos: por una parte, mejorar el aprovechamiento energético; y, por otra, la integración de los sistemas de energías renovables en los edificios, pasando a convertirse en epidermis, en una fachada activa donde los paneles solares térmicos y fotovoltaicos formen parte de la misma.
En Andalucía existen numerosos ejemplos (hoteles, edificios administrativos, alojamientos rurales o viviendas multifamiliares y unifamiliares) de edificios que utilizan las energías renovables para calefacción y agua caliente sanitaria, e incluso para la producción de frío en climatización.
Así, en la provincia de Almería encontramos como ejemplo la piscina municipal de Santa Fe de Mondújar, que ha invertido 52.550 euros para la instalación de un total de 74,4 m2 de superficie solar térmica para climatización y que ha recibido una subvención de la Agencia de 13.200 euros.
En el campo de la edificación, las fuentes renovables que son susceptibles de ser aprovechadas para climatización son la biomasa y el biogás, el sol y la geotermia (aprovechamiento del calor de la tierra). Tienen especial interés, debido a la disponibilidad de recursos, las instalaciones mixtas que combinan dos o más energías.
En la actualidad, la energía del sol, biomasa o geotérmica se utiliza de forma eficiente para producir frío en las denominadas máquinas de absorción. Estos sistemas están desarrollados comercialmente, principalmente para sistemas de media y alta potencia. En Andalucía ya disponen de estos sistemas edificios de oficinas públicas, universidades u hoteles.
Otra aplicación muy extendida ya en el resto de Europa, son las redes de climatización centralizadas, también denominados sistemas de “district heating” o calefacción de distrito. Estas instalaciones presentan una alta eficiencia energética y están conformadas por un sistema de generación del calor (instalación solar, caldera de biomasa, geotérmica o una mixta) y una red de tuberías aisladas que distribuyen la energía hasta cada uno de los edificios que conforman la instalación, de ahí el nombre de “distrito”. En Andalucía contamos con un sistema similar en el Parque Tecnológico del Aceite – Geolit, en la localidad jienense de Mengíbar, que aprovecha la biomasa como fuente energética.
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Este elevado consumo no ha pasado desapercibido para administraciones y empresas, que buscan conjuntamente fórmulas para optimizar el gasto mediante soluciones que aúnen la implantación de sistemas de energías renovables, la adopción de medidas de ahorro y eficiencia y la aplicación de nuevas tecnologías. En el modelo energético tradicional, los edificios representan un gran número de puntos de consumo que requieren energía del exterior (redes eléctricas, gas o gasóleo, principalmente).
Esta situación está cambiando hacia un modelo energético más sostenible por el que se apuesta desde la Agencia Andaluza de la Energía. Gracias al avance tecnológico que han experimentado las energías renovables y las posibilidades que ofrecen las ‘smart grids’ (redes inteligentes de energía), junto con el desarrollo de los sistemas de almacenamiento de energía, se podrá reducir al máximo la demanda energética de nuestros edificios y autoproducir el total o gran parte de la energía que consumen.
En este contexto, nuestra región se halla bien posicionada dada la gran cantidad de recursos renovables que posee (especialmente energía solar y biomasa) y el importante desarrollo tecnológico experimentado con dos objetivos: por una parte, mejorar el aprovechamiento energético; y, por otra, la integración de los sistemas de energías renovables en los edificios, pasando a convertirse en epidermis, en una fachada activa donde los paneles solares térmicos y fotovoltaicos formen parte de la misma.
En Andalucía existen numerosos ejemplos (hoteles, edificios administrativos, alojamientos rurales o viviendas multifamiliares y unifamiliares) de edificios que utilizan las energías renovables para calefacción y agua caliente sanitaria, e incluso para la producción de frío en climatización.
Así, en la provincia de Almería encontramos como ejemplo la piscina municipal de Santa Fe de Mondújar, que ha invertido 52.550 euros para la instalación de un total de 74,4 m2 de superficie solar térmica para climatización y que ha recibido una subvención de la Agencia de 13.200 euros.
En el campo de la edificación, las fuentes renovables que son susceptibles de ser aprovechadas para climatización son la biomasa y el biogás, el sol y la geotermia (aprovechamiento del calor de la tierra). Tienen especial interés, debido a la disponibilidad de recursos, las instalaciones mixtas que combinan dos o más energías.
En la actualidad, la energía del sol, biomasa o geotérmica se utiliza de forma eficiente para producir frío en las denominadas máquinas de absorción. Estos sistemas están desarrollados comercialmente, principalmente para sistemas de media y alta potencia. En Andalucía ya disponen de estos sistemas edificios de oficinas públicas, universidades u hoteles.
Otra aplicación muy extendida ya en el resto de Europa, son las redes de climatización centralizadas, también denominados sistemas de “district heating” o calefacción de distrito. Estas instalaciones presentan una alta eficiencia energética y están conformadas por un sistema de generación del calor (instalación solar, caldera de biomasa, geotérmica o una mixta) y una red de tuberías aisladas que distribuyen la energía hasta cada uno de los edificios que conforman la instalación, de ahí el nombre de “distrito”. En Andalucía contamos con un sistema similar en el Parque Tecnológico del Aceite – Geolit, en la localidad jienense de Mengíbar, que aprovecha la biomasa como fuente energética.
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