María Torres
23:45 • 05 dic. 2011
El Hospital de Poniente da un paso más en la localización y valoración de tumores en el aparato digestivo. Desde hace poco más de un mes, la unidad que dirige el doctor Francisco Gallego practica ecoendoscopias “con punción” lo que permite discernir entre un tumor maligno y benigno, así como su grado de invasión en el organismo. Alrededor de 150 pacientes se benefician de otras ventajas cada año.
“Se toman biopsias de los tumores para obtener más datos y, en definitiva, facilitarnos afinar más en el diagnóstico”, ha explicado. Para ello es imprescindible hacer uso del ‘ecoendoscopio’, un aparato que introduce una “pequeña cámara” por la boca y el ano. “Se pueden obtener imágenes reales del interior del esófago, estómago, duodeno, colon y recto, así como imágenes ecográficas, mediante ultrasonidos, de las paredes del aparato digestivo, de las estructuras que lo rodean y de otros órganos internos como el mediastino, la región pancreática, la vía biliar o la cavidad pélvica”, concretan en el Hospital de Poniente.
Esta prueba contribuye a determinar “con gran precisión” la profundidad que alcanza el tumor, su localización o su posible extensión a otros órganos anexos. Es, además, una herramienta al servicio de la detección precoz de posibles reproducciones de tumores ya tratados anteriormente y una alternativa para paliar el dolor que generan algunas patologías como el cáncer de páncreas o la pancreatitis crónica. Es, no obstante, una “prueba complementaria” a otras técnicas diagnósticas que se practican en la comarca, como el TAC o la resonancia magnética.
“Se toman biopsias de los tumores para obtener más datos y, en definitiva, facilitarnos afinar más en el diagnóstico”, ha explicado. Para ello es imprescindible hacer uso del ‘ecoendoscopio’, un aparato que introduce una “pequeña cámara” por la boca y el ano. “Se pueden obtener imágenes reales del interior del esófago, estómago, duodeno, colon y recto, así como imágenes ecográficas, mediante ultrasonidos, de las paredes del aparato digestivo, de las estructuras que lo rodean y de otros órganos internos como el mediastino, la región pancreática, la vía biliar o la cavidad pélvica”, concretan en el Hospital de Poniente.
Esta prueba contribuye a determinar “con gran precisión” la profundidad que alcanza el tumor, su localización o su posible extensión a otros órganos anexos. Es, además, una herramienta al servicio de la detección precoz de posibles reproducciones de tumores ya tratados anteriormente y una alternativa para paliar el dolor que generan algunas patologías como el cáncer de páncreas o la pancreatitis crónica. Es, no obstante, una “prueba complementaria” a otras técnicas diagnósticas que se practican en la comarca, como el TAC o la resonancia magnética.
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