La central térmica se pone de nuevo en funcionamiento tras el paso de ‘Filomena’

Llevaban meses en sus puestos, realizando labores de mantenimiento y supervisión de las instalaciones para, en caso de necesidad, volver a poner en funcionamiento toda la maquinaria y garantizar el suministro eléctrico a la población cuando más lo necesitara.

Ese momento ha llegado. En la central térmica de Carboneras se ha retomado la actividad en torno a calderas y generadores después de que Red Eléctrica Española (REE), la empresa que gestiona el abastecimiento de electricidad en España, solicitara la reanudación de la actividad generadora de energía a principios de enero.

La causa no ha sido otra que la irrupción de la borrasca Filomena, que disparó la demanda de electricidad a la par que, debido a la nubosidad y al escaso viento que le siguió, hacía caer en picado la generación de energía solar y eólica.

Retorno de trabajadores

La emergencia energética ha trastocado (al menos temporalmente) el camino de cierre progresivo y desmantelamiento en el que estaba inmerso la planta. Según cuenta a LA VOZ Antonio Rodríguez, técnico de operaciones y jefe de turno en la Central Litoral, muchos de los trabajadores que habían sido reubicados en otros destinos han tenido que volver para ocupar de nuevo sus puestos en Carboneras.

Pero no solo han vuelto al trabajo los empleados de Endesa, sino también los de las empresas auxiliares, una buena noticia para alrededor de una quincena de trabajadores de la compañía Caldererías Indálicas, a los que se ha sacado del ERTE en el que llevaban desde principios de año.

Esta compañía, encargada del mantenimiento y limpieza de las instalaciones, se ha visto obligada incluso a reubicar en la central a otra quincena de trabajadores de otros destinos ante la súbita necesidad de personal.

Optimismo

Tanto entre los trabajadores directos como indirectos de la central reina por primera vez en meses el optimismo. Según apunta Fermín Mendicote, delegado de personal de Caldererías Indálicas, REE ha elaborado un informe en el que estima la necesidad de mantener uno de los grupos generadores de la planta (cuenta con dos), precisamente para que sirva de cobertura durante emergencias energéticas como la actual.

No obstante, el informe "no es vinculante" tal y como apunta Mendicote, por lo que el futuro sigue siendo incierto para los trabajadores indirectos de la planta, que a diferencia de empleados de Endesa, no cuentan con ninguna alternativa laboral tras el cierre definitivo de la central.