En consultas sobre sexo, la moral “prevalece al conocimiento científico”

En consultas sobre sexo, la moral “prevalece al conocimiento científico”

María Medina
15:28 • 15 ene. 2012
La propia moral afecta al sanitario a la hora de ofrecer respuesta a las consultas que sobre sexualidad realizan los pacientes. Ésta es una de las conclusiones a las que ha llegado la enfermera y sexóloga Eva María Quesada Bravo tras encuestar a 180 médicos, enfermeros y auxiliares de enfermería que ejercen en el Hospital de Poniente. Su investigación le ha valido el premio de investigación sexológica que anualmente otorga la Universidad de Almería (UAL).

Según explica esta investigadora, el conocimiento científico prevalece sobre la moral a la hora de abordar las consultas de pacientes, salvo en el caso de las consultas relativas al sexo. En este caso, la religión, la educación sexual de cada uno y las propias fantasías sexuales, le condicionan a la hora de dar una respuesta a un problema que, insiste, es de salud.

200 encuestas

Estudiante del Máster de Sexología de la UAL, decidió investigar y arrojar luz sobre algo que intuía, pero que no podía demostrar. Después de recabar información de hasta 200 encuestas (totalmente anónimas) entre el personal sanitario del hospital en el que trabaja, el de Poniente, ha podido corroborar que la edad, el sexo, la profesión, la religión y la doble moral son factores que condicionan al profesional a la hora de abordar las consultas sexológicas.

Así ha demostrado que los médicos son “menos liberales” que enfermeros y auxiliares de enfermería; y que existe una doble moral. “Lo que está perfectamente aceptado entre hombres, todavía no se ve con buenos ojos si lo hacen las mujeres”, dice esta jienense de 33 años.

Doble moral

Como ejemplo, expone que para muchos de los sanitarios encuestados resulta “perfectamente aceptable que los hombres lleven condones en el bolsillo, pero no está igual de normalizado comprobar que esos mismos condones los lleven las mujeres”. Igualmente, a mayor edad, más influye la propia moral a la hora de atender una consulta sobre sexo. Algo que también ha quedado comprobado en el caso de la creencia religiosa del profesional sanitario.

Una vez hecho el estudio, las conclusiones que saca esta enfermera se centran en la necesidad de hacer hincapié en una educación sexual para todos. “Habría que cambiar de actitud y, al igual que con otros procesos sanitarios, abordar la salud sexual alejados de nuestra propia moral y centrados en el conocimiento”, sugiere.






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