Javier Pajarón
12:07 • 05 feb. 2012
El campo de maniobras de la Legión ofrece cualidades muy apreciadas por las Fuerzas Armadas que, entre otras cosas, permiten recrear un escenario de confrontación similar al que encuentran los militares españoles en Afganistán. El terreno seco y escarpado a las faldas de Sierra Alhamilla colocan a la base ‘Álvarez de Sotomayor’ como uno de los destinos preferidos para la preparación de contingentes.
Sin embargo, la utilización de una vasta superficie dominada por el matorral bajo y una climatología con pocas lluvias provocan un molesto problema para la Legión. La zona de “caída de proyectiles” causa con cierta frecuencia pequeños incendios avivados por el viento y la cercanía del paraje natural de Sierra Alhamilla crea malestar de ecologistas y autoridades.
Para prevenir el fuego y actuar con mayores garantías, la Delegación de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía ha realizado un curso para personal militar, complementario a las directrices que también les ofrece la UME (Unidad Militar de Emergencia). No es sólo un ejercicio de colaboración entre Junta y Legión sino un acercamiento significativo en una ámbito donde se había generado cierta tensión en las competencias.
¿Por qué? Un fuego de grandes dimensiones en la base puede llegar a extender las llamas a zonas fuera de su perímetro. Sin embargo, por razones de seguridad el paso está vetado al personal civil, incluido el Infoca, ya que hay gran cantidad de proyectiles sin explosionar en el campo de tiro que el fuego puede convertir en una auténtica trampa para los bomberos. Este conflicto de intereses provocó en noviembre de 2009 asperezas entre personal civil que esperaba fuera de la base (refrescando la zona) y la UME (tuvo que desplazarse desde otra provincia).
Más información en la edición impresa.
Sin embargo, la utilización de una vasta superficie dominada por el matorral bajo y una climatología con pocas lluvias provocan un molesto problema para la Legión. La zona de “caída de proyectiles” causa con cierta frecuencia pequeños incendios avivados por el viento y la cercanía del paraje natural de Sierra Alhamilla crea malestar de ecologistas y autoridades.
Para prevenir el fuego y actuar con mayores garantías, la Delegación de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía ha realizado un curso para personal militar, complementario a las directrices que también les ofrece la UME (Unidad Militar de Emergencia). No es sólo un ejercicio de colaboración entre Junta y Legión sino un acercamiento significativo en una ámbito donde se había generado cierta tensión en las competencias.
¿Por qué? Un fuego de grandes dimensiones en la base puede llegar a extender las llamas a zonas fuera de su perímetro. Sin embargo, por razones de seguridad el paso está vetado al personal civil, incluido el Infoca, ya que hay gran cantidad de proyectiles sin explosionar en el campo de tiro que el fuego puede convertir en una auténtica trampa para los bomberos. Este conflicto de intereses provocó en noviembre de 2009 asperezas entre personal civil que esperaba fuera de la base (refrescando la zona) y la UME (tuvo que desplazarse desde otra provincia).
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