Había ganas. Y muchas. Había ganas de volver a juntarse para reconocer y aplaudir a las personas, colectivos, empresas e instituciones que con su esfuerzo diario hacen que la comarca del Poniente almeriense siga siendo un punto de referencia provincial, andaluz y nacional.
Pero también había ganas de volver a sentir la emoción de compartir un saludo, una mirada, un rato de conversación distendida o un brindis. En definitiva, había ganas de volver a vivir y disfrutar un evento de forma colectiva. Y eso es algo que ha propiciado la entrega de estos XVII Premios del Poniente almeriense, patrocinados por la Consejería de Presidencia de la Junta de Andalucía.
Evidentemente, tiene mucho que ver en esto el hecho de todo lo que llevamos arrastrado de este tiempo de pandemia. Tiempo de distanciamientos, de vídeoconferencias, de ir posponiendo cuestiones y celebraciones y tiempo al que, poco a poco, parece que comenzamos a ir dejando atrás. Aunque sin dejar de lado por ello la todavía obligada prudencia.
Emotividad
Una cita como esta siempre está repleta de emociones. Pero no cabe duda de que con la carga emocional que arrastramos de la pandemia parece que todo se magnifica y se saborea todavía más.
Por este motivo, supo a gloria disfrutar de la música en directo de la banda ‘Corazón Oxidado’ y su tributo a ‘Fito y Fitipaldis’.
Y fue también muy emocionante esa manera de afrontar este tiempo de Covid desde los diferentes ángulos de los premiados como la Cápsula del Tiempo de Vícar, que quedará para el estudio de generaciones venideras, o el trabajo del área de Servicios Sociales del ayuntamiento de Roquetas de Mar.
Aunque para emotivo, el discurso de Francisco Martín, que agradeció el trato de los profesionales sanitarios y de sus vecinos en su lucha contra el Covid y que dejó este emotivo mensaje para todos los conciudadanos de Balanegra: “Mientras yo viva en el pueblo seré para el pueblo. Y en lo que pueda servir, no tienen nada más que decirlo”.
Y lo cierto es que no hay mejor resumen del espíritu de estos premios, personas e instituciones que lo dan todo por su pueblo y su comarca.
Memoria
De los lazos que unen a todos los pueblos del Poniente desde siglos atrás habló Francisco Moncada, premio a la Comunicación, enamorado en sus tiempos mozos de una felixaria y ya un vecino más de esta tierra por más de seis décadas.
Les puedo asegurar que si alguien saboreó del primer al último instante de esta gala fue esta adorable y enamorada pareja.
Y si alguien fue rápido en los agradecimientos ese no es otro que el ciclista ejidense, Cristian Rodríguez, tan habitualmente comedido en palabras como intrépido a lomos de la bicicleta y que, tras un año de magníficos éxitos, ya prepara otra ilusionante temporada.
Agricultura
El mundo agrario nunca puede ser ajeno a este tipo de reconocimientos puesto que se trata del motor económico de esta tierra. Con ideas innovadoras como la planta de congelado de Alhóndiga La Unión en Adra o esos centros de investigación de Bayer en La Mojonera.
Sin duda, magníficos ejemplos de un sector que no para de reinventarse para seguir haciendo algo tan básico y crucial como darnos de comer a millones de personas.
Y no son millones de personas pero sí un importante colectivo los miembros del Club de Senderismo El Cerezo, quienes tan magnífico trabajo han hecho por la puesta en valor de los senderos en la Sierra de Gádor durante muchos años y que no dudaron en estar ahí para arrimar el hombro tras el incendio de los pasados meses.
Por su parte, los que llevan mucho tiempo estando ahí son los miembros de la familia Carmona a través de su empresa Distribuciones Carmona, que mantiene la tradición panadera de esta tierra.
Agradecimiento
Tras la emoción de los galardonados llegó la emoción de la delegada de la Junta de Andalucía en Almería, Maribel Sánchez, el alcalde de Roquetas de Mar, Gabriel Amat, y la presidenta del Parlamento Andaluz, Marta Bosquet, quienes aprovecharon para felicitar y alabar a los premiados y dar las gracias a la sociedad de esta tierra por haber luchado de la manera que lo ha hecho contra la pandemia.
Sorpresa
Para rematar el componente emotivo de la noche, la gala se cerró con un cerrado aplauso y un ramo de flores para la periodista, Marta Rodríguez, que se despedía de su dilatada labor de presentadora de estos premios en este evento. Por tanto, noche de aplausos, de risas, de emoción, de brindis... noche de vida.
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