Más de un año y medio después, Almería vuelve a vivir un puente festivo sin restricción alguna por el coronavirus y el adiós de las medidas, que ha llegado tras estar toda la provincia en el nivel 0 de riesgo, ha traído consigo un aumento notorio de turistas y de consumidores que tienen dos prioridades principalmente: los alojamientos rurales y las terraza de los establecimientos hosteleros.
Si la Junta de Andalucía, en boca del consejero de Turismo, Juan Marín, mantenía las previsiones de ocupación por encima del 75% en el global de la comunidad autónoma, en Almería cuando se trata de opciones rurales este porcentaje se dispara y roza el 100%, especialmente en los municipios más pequeños. Este es el caso del Valle del Almanzora, que con una capacidad de más de 600 plazas de turismo rural ha visto completarse más del 95% de las mismas.
Más del 90%
“A nivel de alojamientos rurales este puente está funcionando muy bien, mejor incluso que el anterior, el del Día de la Hispanidad, pues en esta ocasión contamos con más del 90% de ocupación y en el anterior festivo fue poco más del 85%. Estos días lo único que no se ha vendido en esta zona han sido algunos pequeños alojamientos sueltos, pero prácticamente todo está ocupado”, señala a LA VOZ el presidente de la Asociación de Empresarios Turísticos Valle del Almanzora, Luis Aurelio Pérez, quien puede comprobar de primera mano cómo, “ya sea por la relajación de las medidas o porque la gente tiene más ganas de salir”, este primer puente sin ninguna alerta por coronavirus está dejando una repercusión positiva en las empresas de turismo de la provincia. Y si en alojamientos como La Posada del Candil, en Serón, está todo completo durante estos días, en la zona de la Alpujarra almeriense la situación no es muy dispar y en alojamientos importantes como la Villa Turística Laujar la ocupación también alcanza el 100%.
Y es que, como señala Pérez, si ha habido un colectivo dentro del turismo que se ha visto menos afectado por la pandemia y que, incluso, ahora ha salido algo reforzado es el del turismo rural. “Se ha acentuado mucho la necesidad de las personas de hacer este tipo de escapadas rurales a la naturaleza con la llegada de la pandemia y va en aumento”, concluye.
Bares y restaurantes
Junto a los alojamientos rurales, los grandes protagonistas del puente de Todos los Santos en la provincia almeriense son, sin duda, los negocios de hostelería, pues viven su primer puente sin que ninguna restricción concreta les afecte, lo que supone un aumento de reservas y la llegada de grandes grupos de personas, algo que no se podía hacer hasta la salida, hace ahora 10 días, del nivel de alerta 1. Así, no es extraño que tanto interior como exterior de los bares y restaurantes almerienses estén completos durante estos días, aunque, tal y como señala Pedro Sánchez-Fortún, presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Almería, el mal tiempo que ha llegado a la provincia como consecuencia del tren de borrascas atlánticas que está presente estos días, ha traído consigo un descenso de usuarios que hacen uso de las terrazas, especialmente en municipios como la capital, en alerta amarilla por vientos.
“Las previsiones un poco se están cumpliendo, aunque el viento no esta permitiendo mucho disfrutar de las terrazas, que es la gran opción que eligen los consumidores, por lo que están un poco limitados los establecimientos. Pero la realidad es que la gente se ve que tiene ganas de salir y de disfrutar”, señala Sánchez-Fortún, quien destaca que a pesar de la desaparición de las restricciones los hosteleros almerienses mantienen todas las medidas sanitarias.
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