Francisco Torrecillas: “Mi vida ha cambiado, ha dado un giro de 180 grados”

Fueron casi dos meses en la UCI del Hospital Torrecárdenas. Hace justo un año, las peores consecuencias del Covid-19 se cebaron con el actual alcalde de Albox y se manifestaron de forma grave. Fue sedado, entubado y colocado boca abajo para intentar salvar su vida, por la que se temió seriamente en más de una ocasión.

Pese a que un año después sigue realizando ejercicios de cara a su rehabilitación total, la vida de Francisco Torrecillas ha cambiado por completo. No solo porque los tiempos en los que vecinos colaban una estampa de la Virgen del Saliente bajo la puerta de su habitación en la UCI han quedado atrás, sino porque la experiencia sufrida durante ese tiempo le ha hecho dar "un giro de 180 grados", tal y como él mismo ha reflexionado durante una entrevista en la Cadena SER.

"Mi vida ha cambiado, ha dado un giro de 180 grados. Ahora estoy más tranquilo, soy más paciente, me enfado menos porque no vale la pena…", detalla Torrecillas, que ahora disfruta más "de los amigos cuando tengo que disfrutarlos, de mi mujer, mi familia y de mis nietos, con los que procuro estar más rato".

Lo cierto es que, para quien vive sumido en el día a día, es difícil hacer frente a la denominada sociedad líquida y a la 'dictadura' de la inmediatez. Salvo para quienes pasan por un punto de inflexión tan evidente como es debatirse entre la vida y la muerte. Eso es lo que ha hecho que Francisco Torrecillas vea la vida "de otra forma". "Andamos muy estresados con el trabajo, con un proyecto y el otro… Parece que uno se va a comer el mundo y en un momento el mundo te come a ti, desapareces".

Y es que tal y como recuerda el regidor, su contagio de Covid-19 no tuvo una fácil solución. "Lo pasé muy mal. Estuve al borde de la muerte en varias ocasiones; muy grave. Sedado, entubado, boca abajo… Muy deteriorado", recuerda. Por fortuna, lo que también se lleva consigo de esos momentos han sido "las inmensas muestras de cariño" mostradas por sus vecinos. "No podía salir a la calle. Me fui enterando de que muchos de ellos dedicaron misas a mi salud o de que en la Virgen del Saliente, en el camarote, estaba mi nombre puesto", detalla.

Reconoce que también "han ocurrido cosas desagradables" cuando "descubres e estos momentos quienes son los que están a tu lado y quienes son los que se están aprovechando de estar a tu lado", lamenta en clara alusión a deslealtades políticas y dentro de la Administración municipal que han ocupado varios titulares en los últimos meses. "Lo peor es que descubre uno a aquellas personas que están a tu lado no por cariño sino aprovechándose de ti. Es algo muy doloroso pero estas cosas pasan y forman parte de la vida", sentencia.

Lo que sí ha celebrado Torrecillas ha sido el modo en el que ha cambiado la forma en la que el virus ataca a los contagiados, mucho más leve que cuando el alcalde albojense tuvo que ser ingresado. "Esto ha cambiado mucho con respecto al año pasado. Afortunadamente ahora vemos que incluso en Albox hay más gente contagiada que entonces pero sin embargo con una gravedad mucho menor debido indiscutiblemente a la vacunación", ha analizado.

Lo cierto es que desde prácticamente su salida de la UCI, Francisco Torrecillas ha vuelto a estar igual de presente que antes de la enfermedad tanto a pie de calle como en las redes, donde recientemente anunció su intención de presentarse a las elecciones municipales de 2023. Mientras tanto, advierte que seguirá "luchando, trabajando, viendo obras y haciendo lo que podemos porque tenemos una ‘trampa’ en el Ayuntamiento de Albox inmensa".

Sin embargo, asuntos como esa 'trampa' a la que se refiere, pese a esconder una gran relevancia a nivel político y municipal, han pasado a un segundo plano frente a lo verdaderamente importante para el día a día de Torrecillas. "Hay placeres que se te olvidan. Hacía tiempo que no me sentaba en una terraza para estar dos horas sin hacer nada. Antes me sentaba a desayunar 'rabiando' y a seguir par aun lado y para otro, como si el mundo se fuese a acabar. Pero no, el mundo ni se acaba ni se tuerce".