Vecinos de un pueblo de la Alpujarra, sin agua en casa en plena ola de calor

Con los termómetros disparados, debido a la ola de calor que está sacudiendo actualmente toda la Península Ibérica, el agua se convierte más que en otras épocas del año en un bien indispensable para combatir las altas temperaturas, ya sea para beberla o para darse una ducha refrescante. Desde hace ya varios meses, numerosos vecinos de la localidad almeriense de Canjáyar tiene complicado hacer lo segundo, por lo menos de una forma rápida y accesible.

Los vecinos de las calles Miguel Navarro, Real, Rodríguez de la Fuente, Hermanos Machado, Juan de la Cruz Esteban o Plaza del Encuentro, todas ellas ubicadas en la parte baja del pueblo, llevan desde abril llenando cubos, garrafas y palanganas para poder cubrir sus necesidades higiénicas, hacer de comer o tomarse un vaso de agua del grifo en numerosas horas en las que el agua corriente no llega a sus viviendas.

“A diario nos llega con normalidad el agua unas pocas horas. En mi casa tenemos desde las 11:30 hasta las 15:30 y ya no vuelve hasta un poco antes de medianoche. Tenemos que llenar garrafas para poder echarle al váter si lo usamos a horas en las que no hay”, asegura Manuel Baena, uno de los más de ochenta vecinos afectados por esta situación que está provocando el hartazgo de medio pueblo.

Posibles motivos

Aunque a día de hoy todavía no se ha dado con la avería que estaría impidiendo que el agua llegue con normalidad a medio pueblo de Canjáyar, todo hace indicar a que se trataría de una serie de obstrucciones en las tuberías provocadas por el barro, que se fue filtrando y acumulando en las mismas tras las fuertes lluvias de la última primavera. 

También se valora la posibilidad de que los riegos “descontrolados” en algunos cortijos que también usan este suministro de agua, estén provocando que empeore una situación que al parecer no existe de madrugada, al no haber prácticamente uso de agua corriente en esa franja horaria ni en viviendas del núcleo urbano ni en las afueras, por lo que no habría una saturación que sí se produce en otras muchas horas del día.

Los operarios del Ayuntamiento de Canjáyar, consistorio que ya ha pedido ayuda a la Diputación Provincial de Almería para solucionar este problema, trabajan en la zona más afectada del pueblo para tratar de dar con el tapón o tapones que impedirían el paso normal del agua potable hacia las casas.

“Si fuese una rotura sería más fácil localizar la avería, pero al ser posibles tapones, hay que ir poco a poco haciendo catas para dar con los lugares exactos donde actuar. Mientras tanto, se están haciendo agujeros en muchas de estas calles hasta dar con las obstrucciones”, asegura Juan José Romera Rodríguez, alcalde de Canjáyar, que reconoce que sobre todo “esto afecta más los fines de semana”.

Quejas de los vecinos

“Estamos a cuarenta grados, esto es insoportable. Hay que pensar que sobre todo lo pasan peor las personas mayores, que suelen ir más al baño y no se pueden esperar a que haya agua. Con el calor que hace, sin poder tirar de la cisterna, hay malos olores. No es agradable. Deben restablecer cuanto antes el agua, por la ola de calor y por salud”, declara un residente de la calle Miguel Navarro, una de las que más está sufriendo la falta de presión en unas tuberías por las que, desde hace más de tres meses, no corre el agua como debería.

El regidor canjilón, que también pone su punto de mura en el uso del agua en algunos cortijos, deja muy claro que “el Ayuntamiento es el primero que quiere que esto se solucione lo antes posible, sabemos muy bien que es algo que afecta a mucha gente del pueblo y trabajamos para poder solventarlo de la mejor forma posible”. 

Al Defensor del Pueblo Andaluz

Uno de los vecinos presentó el pasado viernes 8 de julio una queja formal en el Ayuntamiento de Canjáyar, al que exige que restablezca el servicio normal de agua en su calle. Anteriormente, en 24 de junio, ya había presentado un escrito explicando la situación, ante el Defensor del Pueblo Andaluz, que habría aceptado a trámite dicho documento en el que relataba además el malestar de los residentes de la zona más afectada de la localidad.