El Centro Pérez Siquier de Olula del Río se convirtió este sábado en el mejor de los escenarios posibles para rendir homenaje, uno más, al que probablemente es el padre de la fotografía almeriense, pasada y actual. Su reciente fallecimiento ha sido más un revulsivo que una pérdida porque los amantes de la fotografía se han cargado de argumentos para reivindicar su figura. El acto fue organizado por la Fundación de Arte Ibáñez Cosentino.
Para compartir recuerdos, técnicas y sensaciones se reunieron en Olula una nutrida representación del colectivo Desencuadre, un grupo de profesionales y aficionados a la fotografía que decidió sacar a la calle un nuevo número de su revista en el que Carlos Pérez Siquier es el gran protagonista. Como recordó Pepe Jiménez, coordinador de la revista, el ‘mundo’ Pérez Siquier sigue estando muy vivo en todos aquellos que han elegido la fotografía para expresar sentimientos, comunicar ideas, defender formas, reavivar los colores de cada día y de cada lugar.
La consecuencia de ello es una publicación, dirigida por Carlos de Paz, impregnada del legado de Carlos Pérez Siquier que, sin embargo, no incluye ni una sola de sus icónicas fotografías. Todas las que aparecen en esta obra monográfica son del medio centenar de miembros de Desencuadre, pero todas ellas realizadas bajo el indudable influjo del genio.
El acto de este pasado sábado reunió a los responsables de Desencuadre con quienes dan sustento a este proyecto, como el Ayuntamiento de Almería, la Diputación Provincial, la Editorial Universidad de Almería y las empresas Plataforma x las Marcas y Cosentino. En este caso se contaba con la colaboración expresa del Ayuntamiento de Olula del Río, un pueblo orgulloso de haberse convertido en uno de los santuarios de la vida y la obra de Pérez Siquier gracias a la construcción del Centro que lleva su nombre y honra su memoria. Allí estuvieron Juanma Martín, Santiago Alfonso, Pepe Jiménez, Carlos de Paz y Gloria Pérez Siquier.
Y para la ocasión estuvo presente Gloria Pérez Siquier, hija de homenajeado, que mostró su profunda emoción y su agradecimiento a los fotógrafos que han puesto sus cámaras el servicio del mejor de los recuerdos posibles de la figura de un recolector de imágenes, sus propias fotografías. Gloria no sólo dio las gracias por el trabajo realizado, sino que aseguró que si su padre hubiera podido ver este número especial de Desencuadre, “estoy segura de que se habría emocionado, puede que incluso hubiera dejado escapar alguna lágrima, cosa rara en él”.
Música al cielo
La emotiva jornada, cargada de imágenes -como no podía ser de otra manera- permitió a los que acudieron a la llamada del fotógrafo de la luz y el color del Mediterráneo, tuvo un epílogo de auténtico lujo con el concierto que se llevó a cabo a las puertas del Centro Pérez Siquier, en la Plaza del Museo Casa Ibáñez, a cargo de la Orquesta Ciudad de Almería.
Se trataba de llamar a las puertas del cielo con los sonidos de los instrumentos magníficamente manejados por los integrantes de la OCAL que interpretaron el Concierto para Trompa y Orquesta N.º 4 de Mozart (con el solista almeriense Francisco Carmona), y la Sinfonía N.º 7 en La Mayor de Beethoven, dirigidos por Michael Thomas.
Se podría decir que este sábado 10 de septiembre de 2022 Carlos Pérez Siquier estuvo junto a los suyos, al lado de quienes comparten con él la pasión por la fotografía que, según señaló Carlos de Paz, es mucho más que un recoger imágenes; “la fotografía recoge lugares, momentos, sentimientos y los proyecta hacia la sociedad”. Nada fácil en cualquier caso, por eso desde Desencuadre tratan de defender una forma de expresión que debería estar alejada de la banalidad del mundo actual en el que la imagen gana terreno a las palabras y, cuando menos, trata de alejarse de la futilidad en que las nuevas reglas sumen a buena parte de las expresiones culturales...
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