La tradición del Jueves Lardero sigue viva pese al mal tiempo

La afluencia de personas fue baja pero no faltaron los hornazos en Benahadux, Gádor o Fondón

En el Merendero de Benahadux. (FOTO: Tito Sánchez)
En el Merendero de Benahadux. (FOTO: Tito Sánchez)
Francisco G. Luque
19:59 • 16 feb. 2023

Varias decenas de familias y grupos de amigos o vecinos desafiaron ayer al gélido ambiente en varios puntos de la provincia de Almería para no faltar a su cita con la tradición, la del Jueves Lardero, que siempre ha tenido gran trascendencia en lugares del Valle del Andarax como Benahadux, Gádor o Fondón, además de otros municipios almerienses.



Pese a que las condiciones climatológicas, con frío, nubes y algo de viento, no eran las más adecuadas, las ganas por celebrar esta jornada de convivencia en la naturaleza, de horas de brindis, risas y un sabroso menú compuesto, sobre todo, por productos cárnicos, dieron vida un año más en el día previo al comienzo del Carnaval al ‘Merendero’ (Benahadux), ‘Las Chimeneícas’ (Gádor), ‘Los Algarroberos’ (Rioja) o ‘La Era’ (Fondón).






Bien es cierto que la afluencia de personas, con respecto a otros años, quitando los de pandemia en los que no se celebró, fue muy baja, pero los que no quisieron perderse el Jueves Lardero en este 2023 lo pasaron a lo grande con sus seres queridos, con sus paisanos y amistades, bien abrigados y cerca del calor de las barbacoas que empezaron a tomar protagonismo a partir de las 12:00 horas del mediodía. 



Morcilla, longaniza, hamburguesa, costilla, fritá y tortilla de patatas formaron parte de un menú en el que, como no podía ser de otra forma en un Jueves Lardero, no faltaron los típicos bollos con huevo cocido, los hornazos, tanto dulces como salados. En el Merendero de Benahadux disfrutaron de otro plato fijo en esta cita, las patatas con bacalao.



Historia



La derivación de su nombre viene del verbo lardear, que significa “untar en grasa la comida que se va a asar”, por lo que normalmente suelen comerse carnes de cerdo en esta festividad, que se hace una semana antes del Miércoles de Ceniza, cuyo origen se suele situar en la Edad Media, cuando los cristianos se reunían para comer productos cárnicos, ya que con el inicio de la Cuaresma tenían que guardar abstinencia de los mismos durante cuarenta largos días.





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