La festividad de la Virgen de Fátima en Tíjola, objeto de Declaración de Interés Turístico de Andalucía, constituye dentro del variado calendario festivo de la localidad una de las tradiciones más populares e identitarias
Un día grande que viven todos los tijoleños cada 13 de Mayo (si es festivo, o en el domingo más cercano a su celebración) costumbre que fue iniciada en el año 1951 por el entonces sacerdote de esta localidad D. Enrique Silva, todo ello con motivo de la visita a Tíjola de una imagen de la Virgen de Fátima, que recorría en peregrinaje multitudinario todos los Pueblos de la Provincia, despertando en la feligresía una gran devoción a esta Advocación Mariana. La primera aparición de la Virgen de Fátima sucedió el día 13 de Mayo de 1917, tratándose por tanto de una festividad que se va celebrando en este municipio desde hace 70 años, transcurriendo tan sólo 34 años desde su primera aparición.
Cientos de personas disfrutan contemplando el paso de la Virgen por calles enteras convertidas en un escenario de gran espectacularidad dado la originalidad con la que son adornadas con extensas alfombras de virutas de serrín coloreado. Ese olor, el de serrín, el de la hierba cortada y la pólvora, inunda todas las calles que conforman el recorrido. Se encuentra adscrita además a la Comisión Gestora de Entidades Alfombristas del Camino de Santiago, siendo partícipe en el pasado Xacobeo 2021 del maravilloso Proyecto de Alfombra Mundial en el que participaron más de 260 alfombristas de más de 29 países de 5 continentes.
Para los tijoleños, la Virgen de Fátima significa convivencia entre vecinos, trabajos sin esfuerzo, tradición popular, pasando de generación en generación desde hace 70 años. Se reparten las tareas y se comienza a trabajar, todo tiene que estar listo para la hora de la procesión. Ese día los vecinos comen juntos en la calle, con la aportación que hace el Ayuntamiento para la elaboración de un arroz. También elaboran la bebida típica de la zona, la cuerva y se reparte e invita a todo aquel que quiera degustarla.
Antes de la procesión, se celebra una misa en honor a la Virgen de Fátima en la puerta de su pequeña ermita, situada en la calle Baja de San Cayetano, en el Barrio Alto, uno de los más antiguos del pueblo. Y durante todo el recorrido la imagen es, además, acompañada por tijoleños luciendo el típico traje flamenco y por un estruendoso sonido de cientos de cohetes y tracas que vecinos y vecinas ofrecen en promesa y en acción de gracias a la Virgen de Fátima y que, a su vez, hacen de esta popular procesión una festividad única y sin igual. Todo ello retratado y capturado por aquellos que ansíen participar en el Concurso de Fotografía “Colores de Fátima” convocado cada año por el Excmo. Ayuntamiento de Tíjola.
Los tijoleños, orgullosos de sus tradiciones mantienen y transmiten de generación en generación este festejo de arte efímero, mostrando así al resto de visitantes esta fiesta con los cinco sentidos. La vista, con las alfombras de serrín, los colores y los mantos. El oído, desde primera hora con la música ambiental de las calles y más tarde con las tracas, cohetes y música de nuestra gran Asociación Musical Maestro Lázaro. El tacto, con la cercanía y hospitalidad de los vecinos de Tíjola. El olfato, con el serrín, la pólvora y la hierba. Y el gusto, con las comidas y bebidas ofrecidas por los vecinos.
Es una fiesta que cada vez despierta más el interés de los visitantes, ya que no se realiza ningún tipo de evento con las mismas características en toda la comarca y provincia, prueba de ello es que cada vez se cuenta con más personas que acuden a este evento.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/3/provincia/256710/tijola-vive-un-dia-de-convivencia-vecinal-con-la-virgen-de-fatima