María Medina
22:25 • 18 abr. 2012
Los más de 103.000 pensionistas almerienses ya no podrán olvidarse de la cartera cuando vayan a la farmacia. Su receta roja ha dejado de ser sinónimo de medicamentos gratis. Así lo ha decidido el Ministerio de Sanidad, que aplicará el copago farmacéutico. Una medida que obligará a los jubilados a pagar entre 8 y 18 euros mensuales por sus fármacos. La Federación de Mayores de Almería, el sindicato de pensionistas y jubilados de CC OO y asociaciones de Consumidores son algunas de las entidades que ya han mostrado su rechazo y malestar ante la medida.
“Rechazo frontal” es el que ha expresado la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía y “desacuerdo” el delegado provincial de Salud. Manuel Lucas entiende que la medida, con carácter de ley, abarca a toda la geografía española. “El Estado tiene competencias para hacer lo que ha hecho”, de modo que a los almerienses les tocará pagar. No obstante, Lucas insiste en que “Andalucía tiene otras competencias en sanidad, que las hará valer”.
Se trata, dice de “mantener una sanidad pública, universal y gratuita”. Algo que, en su opinión, no está ocurriendo en otras Comunidades Autónomas, donde “se ha apostado por la privatización de la sanidad”.
Consuelo no será para quienes desde ahora se van a ver obligados a pagar o, cuando menos, adelantar dinero para pagar los medicamentos con pensiones mínimas. Y es que no se puede olvidar que, si bien en la provincia hay “un poco de todo”, la media de las pensiones es la segunda más baja de toda España. Así lo recuerda Antonio Cañadas, responsable del sindicato de pensionistas y jubilados de CC OO.
Es consciente Cañadas de la necesidad de ajustes y reformas, pero esta medida “sólo contribuye a un abuso reiterado de la paciencia de los mayores”.
“Dicen que buscan un nuevo modelo, pero encarecer los medicamentos a los jubilados, no va a solucionar el problema”, insiste este pensionista, que apuesta por otro tipo de medidas como la aplicación de medicamentos genéricos o vender los fármacos en unidosis.
Tanto él, como Carmen, una almeriense de 72 años que comparte pensión con su marido, señalan que “el consumo de fármacos no es equiparable al de la gamba roja”. “¿Qué culpa tenemos de ponernos más veces enfermos que la gente joven? Es algo natural”, indica esta mujer que propone no vender una caja con 14 píldoras para tomar 7.
Los consumidores almerienses también han mostrado su malestar e insisten en que la propuesta “afectará y penalizará a los ciudadanos más vulnerables y acentuará la desigualdad”.
Josefa Berenguel, portavoz de la Federación de Mayores de Almería, califica de “horrible” la medida propuesta por el Ministerio de Sanidad. “Las pensiones no nos van a llegar para pagar nada. No vamos a tener con qué vivir”, asegura. Recuerda, además, que muchas personas mayores no entienden de pagar y después de solicitar un reembolso como devolución si se pasan del tope convenido.
No todo son posiciones negativas. La delegada del Gobierno en Andalucía, la almeriense Carmen Crespo recuerda que la Sanidad va a seguir siendo gratuita, dado que “no se va a cobrar por la asistencia sanitaria y seguirán siendo gratuitos los servicios de prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación que se dispensan en centros sanitarios o sociosanitarios, así como el transporte sanitario urgente”.
“Rechazo frontal” es el que ha expresado la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía y “desacuerdo” el delegado provincial de Salud. Manuel Lucas entiende que la medida, con carácter de ley, abarca a toda la geografía española. “El Estado tiene competencias para hacer lo que ha hecho”, de modo que a los almerienses les tocará pagar. No obstante, Lucas insiste en que “Andalucía tiene otras competencias en sanidad, que las hará valer”.
Se trata, dice de “mantener una sanidad pública, universal y gratuita”. Algo que, en su opinión, no está ocurriendo en otras Comunidades Autónomas, donde “se ha apostado por la privatización de la sanidad”.
Consuelo no será para quienes desde ahora se van a ver obligados a pagar o, cuando menos, adelantar dinero para pagar los medicamentos con pensiones mínimas. Y es que no se puede olvidar que, si bien en la provincia hay “un poco de todo”, la media de las pensiones es la segunda más baja de toda España. Así lo recuerda Antonio Cañadas, responsable del sindicato de pensionistas y jubilados de CC OO.
Es consciente Cañadas de la necesidad de ajustes y reformas, pero esta medida “sólo contribuye a un abuso reiterado de la paciencia de los mayores”.
“Dicen que buscan un nuevo modelo, pero encarecer los medicamentos a los jubilados, no va a solucionar el problema”, insiste este pensionista, que apuesta por otro tipo de medidas como la aplicación de medicamentos genéricos o vender los fármacos en unidosis.
Tanto él, como Carmen, una almeriense de 72 años que comparte pensión con su marido, señalan que “el consumo de fármacos no es equiparable al de la gamba roja”. “¿Qué culpa tenemos de ponernos más veces enfermos que la gente joven? Es algo natural”, indica esta mujer que propone no vender una caja con 14 píldoras para tomar 7.
Los consumidores almerienses también han mostrado su malestar e insisten en que la propuesta “afectará y penalizará a los ciudadanos más vulnerables y acentuará la desigualdad”.
Josefa Berenguel, portavoz de la Federación de Mayores de Almería, califica de “horrible” la medida propuesta por el Ministerio de Sanidad. “Las pensiones no nos van a llegar para pagar nada. No vamos a tener con qué vivir”, asegura. Recuerda, además, que muchas personas mayores no entienden de pagar y después de solicitar un reembolso como devolución si se pasan del tope convenido.
No todo son posiciones negativas. La delegada del Gobierno en Andalucía, la almeriense Carmen Crespo recuerda que la Sanidad va a seguir siendo gratuita, dado que “no se va a cobrar por la asistencia sanitaria y seguirán siendo gratuitos los servicios de prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación que se dispensan en centros sanitarios o sociosanitarios, así como el transporte sanitario urgente”.
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