Huércal de Almería

La Iglesia que tomaron los vecinos

Una conferencia del primer párroco y una exposición recuerdan los 50 años de la parroquia

El primer párroco de La Fuensanta, D. Francisco Alarcón, recordó la historia de la parroquia. MARÍA PALMA MARTOS
El primer párroco de La Fuensanta, D. Francisco Alarcón, recordó la historia de la parroquia. MARÍA PALMA MARTOS
Tito Sánchez Núñez
15:33 • 09 sept. 2023 / actualizado a las 19:51 • 10 sept. 2023

La parroquia de La Fuensanta en Huércal de Almería celebró esta semana su medio siglo de vida. Lo hizo, además, contando con la presencia del que fuera su primer párroco, D. Francisco Alarcón, quien a sus hoy 89 años recordó y explicó en una amena charla a todos los asistentes cómo fueron aquellos primeros días en los que literalmente tuvieron que echar la puerta abajo para dar misa. 



Los actos del 50º aniversario de la parroquia se llevaron a cabo el pasado fin de semana, y pese a la lluvia y la amenaza de la dana congregó a decenas de vecinos y fieles de La Fuensanta. Contaron entre los asistentes con el actual párroco, Juan Carlos Morales; el alcalde de Huércal de Almería, Ismael Torres, junto a varios concejales; y representantes de las dos asociaciones de vecinos del barrio, La Fuensanta y La Reja, colaboradores todos ellos en la celebración de esta importante efeméride, que se completó con la inauguración de una exposición en la que se muestra, en varios paneles, cuál ha sido la evolución de la parroquia y sus parroquianos durante estos 50 años.



Barrio de La Fuensanta



El barrio de La Fuensanta, en Huércal de Almería, nació en los primeros años 60. Su construcción la promovió la empresa constructora Terriza, oriunda de Murcia, de ahí que este barrio tenga nombres de la vecina región murciana en muchas de sus calles. Para crear un nuevo barrio era necesario, por ley, que este tuviera una Iglesia, que fue construida y quedó bajo la advocación de la Virgen de la Fuensanta, también debido a estas raíces murcianas, si bien el constructor no la entregó al Obispado y por tanto el templo continuó siendo propiedad privada de Terriza. 



D. Francisco Alarcón, el primer párroco de La Fuensanta, recordaba que aún así, se pidió permiso al propietario para dar las primeras misas y se empezó a trabajar en la parroquia atendiendo a los problemas de la comunidad en ese momento, principalmente económicos, al tratarse de un barrio humilde, prácticamente un arrabal, con una única entrada bajo un pórtico adintelado de ladrillo con una hornacina con una pequeña imagen de la Virgen de La Fuensanta. 



Para dar estas misas, el párroco tenía que pedir las llaves al capataz de Terriza y entregarlas de vuelta una vez que esta finalizaba.



Hasta que a raíz de una disputa entre los vecinos y el promotor, en la que los primeros reclamaban mejores condiciones en la vivienda, Terriza decidió cerrar la Iglesia a cal y canto, incluso después de que esta hubiera sido nombrada ya parroquia sin dejar de pertenecer a su propietario. 



Durante un par de años, las misas se trasladaron a un local que hoy en día da cobijo a la Asociación de Vecinos de La Fuensanta. Con el fallecimiento de una anciana del barrio y ante la negativa del propietario a abrir las puertas de la Iglesia, un grupo de mujeres lograron abrirlas a la fuerza. Desde entonces, Terriza desapareció y la parroquia pasó a ser de su barrio, logrando los vecinos su titularidad y cediéndola a la Diócesis. 


La imagen de La Fuensanta, una réplica de la murciana


Desde el inicio de la parroquia, contaba con una imagen de La Fuensanta. Más adelante, el mismo escultor de la talla murciana hizo una réplica que llevaron al convento de Las Claras, donde la Asociación de Amigos de Murcia se reunía una vez al año. El párroco don Francisco consiguió que esta nueva imagen fuera trasladada a La Fuensanta de Huércal, quedando la primera como Virgen de los Dolores.


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