El Algarrobico ‘divorcia’ a los alcaldes con sus partidos

El celebérrimo hotel construido en el paraje de El Algarrobico sigue siendo foco de atracción de actuaciones, procesos judiciales y peticiones de todo tipo, desde el derribo hasta la salvación por motivos económicos que aducen los alcaldes de la zona. Y una de las consecuencias de esa división de opiniones es el ‘divorcio’ que se ha producido entre las direcciones de los grandes partidos y sus representantes en los ayuntamientos de la zona del Levante almeriense. De la Mancomunidad que reúne a los 14 ayuntamientos del levante salía ayer un manifiesto, aprobado de forma unánime, para pedir que el hotel salga adelante. Lo local y lo general Esa postura de los alcaldes contrasta con las posiciones que han mantenido los dos grandes partidos a nivel nacional. Desde Madrid o desde Sevilla se ha apostado en los últimos años por una solución definitiva que debería pasar por la demolición de un hotel convertido en un símbolo del impacto negativo del urbanismo en las costas españolas. Si ese distanciamiento ha llamado la atención en el caso de los alcaldes populares, aún ha chirriado más en el caso de los socialistas puesto que la Junta de Andalucía se ha mostrado inequívocamente a favor del derribo del inmueble. El alcalde de Lubrín, Domingo Ramos, decía ayer, con respecto a esa diferencia de criterio, que su voto favorable a la apertura del hotel responde “a un sentir mío y de mis vecinos, que entendemos que después de una inversión tan importante, y más en un momento de crisis como este, derribarlo sería una locura. El de Bédar, Ángel Collado, coincide en el planteamiento y considera “de sentido común” seguir adelante con el hotel. Ambos acatarían, no obstante, cualquier decisión judicial.