“Queremos picos y palas trabajando en nuestra playa para ponerla en condiciones”

Van pasando los meses, se acerca el verano y la situación en la playa de Balerma es cada vez más dramática a la espera de que lleguen unas conclusiones que parecen no llegar nunca. "Llevamos muchos meses hablando de esos sedimentos marinos con los que se supone que se va a dar una solución. No hablamos de otra cosa, solo de sedimentos marinos. Y así ha pasado octubre, noviembre, diciembre, enero, febrero, marzo, abril... estamos a 3 de mayo. ¿Los sedimentos marinos son el gran escollo? Pues habrá que tomar una decisión. Y después han salido medidas intermedias. Pues vamos a aplicarlas", ha explicado este viernes José Antonio Peña, portavoz de la Mesa por la Estabilización de la Playa de Balerma.

Peña, junto con otros compañeros de esta plataforma, se han emplazado durante toda la mañana a las puertas del consistorio ejidense para volver a alertar a los vecinos de esta grave situación y para animarles a que se sumen a la gran protesta que se está preparando para el próximo viernes, 10 de mayo, ante la jefatura provincial de Costas. "Ya estamos hartos de papeles, de estudios y de cosas. Hay que ponerse a trabajar en la playa y dejarla como estaba, que es como queremos verla", ha insistido Peña. 

En este sentido, desde la mesa de trabajo han vuelto a recordar que "la playa de Balerma es término municipal de El Ejido. Y lo que está ocurriendo en ella nos afecta a todos". Por eso, ha reiterado que "es muy triste cómo está la playa" y ha expuesto que "lo que realmente queremos son picos y palas trabajando en nuestra playa para ponerla en las condiciones que merece, porque estamos a las puertas del verano y estamos en una situación muy grave a la que hay que darle una solución. Es urgente". 

Un reclamo turístico en decadencia

José Antonio Peña ha incidido también en el daño que hace la situación de la playa en la economía local. "Los balermeros y los que no son balermeros quieren ver su playa, queremos atraer al turismo, queremos atraer a la economía, queremos que la gente del pueblo no se vaya del pueblo, que haya edificaciones para que puedan vivir y todo lo que atrae, sobre todo, ahora los meses de de verano. Todo lo que atrae la economía del pueblo lo estamos poniendo en peligro con esta situación en la que llevamos muchos años".

Por todos estos motivos, desde este movimiento vecinal se ha fijado una gran protesta en la capital el 10 de mayo para la que se espera que haya una importante movilización. Y con ese objetivo se van a fletar dos autobuses gratuitos para aquellas personas que quieran desplazarse a expresar su malestar ante la situación que se está viviendo.

Y al hilo de esta protesta, el alcalde de El Ejido ha aprovechado para hacer "un llamamiento a que todos los ejidenses que se muestren preocupados, que somos muchos, a participar en la concentración que se va a realizar para reivindicar una solución urgente. A fecha de hoy no disponemos del estudio de alternativas y con respecto a las fechas previstas para la terminación del proyecto se siguen incumpliendo los plazos".

Góngora, además, ha vuelto a manifestar que, a su juicio, "soluciones que supongan tener que estar permanentemente haciendo movimientos de arena no son soluciones reales".

Alternativa escogida

Cabe recordar que Costas tiene un proyecto sobre la mesa para Balerma que prevé la protección del talud sobre el que se ubican los invernaderos en la playa de Las Cuevecillas con la construcción de un muro de 785 metros de longitud y 2,5 metros de altura y, además, y aquí es donde entra en juego esta arena que se busca, la estabilización de la playa “de forma permanente” con la aportación de aproximadamente un millón de metros cúbicos de arena que se extraerán de unos yacimientos cuya finalización del análisis se sigue prolongando meses y meses en el tiempo.

Asimismo, cabe reseñar que la delimitación del aporte de arena está previsto que se realice con la construcción de un espigón de 40 metros de longitud, perpendicular a la línea de costa, situado en la Rambla del Loco.