Los dos jóvenes almerienses elegidos por Amancio Ortega y Cosentino

El Instituto de Educación Secundaria Fuente Nueva de El Ejido está de enhorabuena, y el suceso no merece menos ya que, dos de sus alumnos de cuarto de la ESO se han ganado con mucho esfuerzo y sacrificio dos de las mejores becas que se ofrecen a los estudiantes españoles: la Canadá TECH de la Fundación Eduarda Justo de Cosentino y la Beca de la Fundación Amancio Ortega. 

Gracias a estas dos becas los alumnos Francisco Fernández López (Beca Amancio Ortega) y Álvaro Martín Martín (Beca Fundación Eduarda Justo) vivirán una experiencia única en Estados Unidos y Canadá, respectivamente, donde cursarán primero de Bachillerato el próximo año escolar con todos los gastos cubiertos. 

En ambos casos la beca se extiende a un periodo de 10 meses, tiempo más que suficiente para conocer los sistemas educativos de los países norteamericanos, así como también su cultura y sus costumbres, ya que tanto Francisco Fernández como Álvaro López disfrutarán de la experiencia en el seno de dos familias estadounidenses y canadienses. 

"Viajar a Estados Unidos siempre ha sido mi sueño. Después de ver tantos vídeos y películas americanas me familiaricé con su cultura y quedé fascinado con ella", cuenta Francisco Fernández. Sin embargo, cumplir su sueño no fue una tarea fácil ya que la beca requiere de un expediente académico impecable además de unos requisitos económicos. 

En total se preseleccionaron 2.300 estudiantes de todo el territorio nacional, y que como segundo paso tuvieron que someterse a un examen de inglés para comprobar si su nivel en este idioma era el adecuado. "Yo tuve que hacer el examen de inglés en Sevilla. Hicieron una media que establecieron como nota de corte y yo la pasé", recuerda ilusionado el alumno becado con la Beca de Amancio Ortega. 

No obstante, ese no fue el final. El joven alumno tuvo que asistir a una entrevista personal que determinaba si tenía el perfil adecuado para aventurarse en esta experiencia. "Soy uno de los 400 alumnos seleccionados, me voy en 90 días y ahora estamos todos estamos realizando cursos de orientación sobre diferentes situaciones que se nos pueden dar en Estados Unidos y cómo reaccionar ante ellas. Es un baño de realidad, pero la ilusión puede más", cuenta Francisco Fernández con ilusión. 

Por su parte, Álvaro Martín consideró que la beca Canadá TECH era la más apropiada para él. "Me enteré de la beca en el instituto, empecé a investigarla y vi que encajaba perfectamente con mis intereses", cuenta. Y es que esta beca va orientada a jóvenes inquietos que destacan por su curiosidad, por su pasión por la ciencia y la tecnología, por emprender proyectos (científicos, tecnológicos o empresariales) y por la ambición para explotar todo su potencial en un mundo global.   

Al igual que sucedió con su compañero, el proceso de selección tampoco fue algo fácil. "Para acceder a la beca tuve que responder a un cuestionario de varias preguntas de forma telemática. Después de eso fui uno de los 12 preseleccionados". Después, el estudiante tuvo que enfrentarse a una entrevista profesional ante un comité de la Fundación y realizar una prueba de inglés, lo que finalmente le llevaría a ser uno de los cuatro seleccionados para cursar bachillerato en Canadá. "Las semanas posteriores a la resolución fueron todo euforia y emoción", recuerda con cariño el chico. 

Pero antes de embarcarse hacia Nueva Escocia, que es donde cursará primero de Bachillerato Álvaro Martín, deberá completar todos los cursos formativos en los que aprenderá sobre cultura y educación canadiense para que pueda desenvolverse sin ningún problema en este nuevo país que será su hogar durante el próximo curso escolar. 

Ambos alumnos están más que ilusionados por vivir esta experiencia única que se han ganado a pulso gracias a su esfuerzo y dedicación por seguir un sueño.