El pueblo de Almería donde dan cerveza gratis: Una fiesta por San Arnulfo

Dos vecinos introducen al patrón de los cerveceros para crear unas nuevas fiestas en su pueblo

Víctor Navarro
14:57 • 20 jul. 2024

Cada 18 de julio, los devotos de la cerveza alzan sus vasos y brindan en honor a su patrón. Porque sí, los cerveceros también tienen un santo en el calendario que los guía y protege. En el siglo VII, una voz se alzó entre muchas para aconsejar a sus vecinos la ingesta de esta bebida fermentada en lugar del agua contaminada de los pozos, foco de enfermedades y muertes. San Arnulfo fue su nombre, y en los territorios francos de los remotos reinos merovingios, pasó a la historia como obispo de Metz y a la leyenda como el patrón de los cerveceros.



Mucho ha llovido desde que este religioso abandonara la Tierra, pero su legado vive en cada vaso de cerveza fría. Sus milagros se vuelven a repetir, esta vez muy lejos de Metz. En la Alpujarra almeriense, en el pueblo de Canjáyar, dos amigos apasionados de esta bebida, Antonio Jesús García Bueno y Manuel Gómez Guzmán, discutían hace un año y medio sobre la posibilidad de crear una nueva festividad en su barrio.



Inspirados por este proyecto de convivencia vecinal, "sólo hacía falta encontrar un patrón para hacerlo bien", señala Antonio Jesús García. Entre risas y curiosidad, se preguntaron sobre la existencia del patrón de la cerveza. Una rápida búsqueda en Google obró el milagro: San Arnulfo se reveló a estos dos canjilones, quienes abrazaron su figura con la misma fe con la que en este pueblo se venera a la Santa Cruz del Voto y a San Antonio. Con todos los componentes sobre la mesa, sólo faltaba que las fiestas en honor de los cerveceros y su patrón se hicieran realidad.



La introducción de esta fiesta de verano en el pueblo se hizo de manera discreta. Como si fuera la presentación de un prototipo, García Bueno y Gómez Guzmán organizaron en 'petit comité' una fiesta para los vecinos allegados para ver cómo funcionaba la idea. San Arnulfo volvió a revelarse otorgando a aquella celebración una aceptación exitosa. El obispo franco no es patrón de Canjáyar, ni mucho menos, pero desde ese momento, con la llegada del día 20 de julio, los canjilones preparan sus brindis.



Ha transcurrido un año desde aquel experimento y estas fiestas 'inventadas' han tomado un cariz de organización profesional. San Arnulfo tiene un altar propio en la carretera de entrada al pueblo, una pintura enmarcada de pequeñas dimensiones incrustada en la pared, al estilo de San Fermín. Tiene una fecha de celebración popular fijada, el 20 de julio, y una tropa de seguidores que se han desvivido para ofrecer a sus vecinos un programa de fiestas de bandera.



¡Habemus fiesta, habemus cerveza!



Hoy, los canjilones devotos a la cerveza bendicen al santo a las 18:00, dando comienzo a las nuevas fiestas de este barrio de Canjáyar, que tendrán lugar en la explanada de la almazara de la Vega del Andarax (Cerro de los Pollos). Para protegerse de las altas temperaturas de julio, los organizadores ofrecen una sangriada para los adultos, mientras que los más pequeños disfrutarán de colchonetas y otras atracciones. Las competiciones populares también tienen cabida en los fastos a San Arnulfo con una carrera de cintas en bicicleta para todas las edades.



Con la ayuda de los patrocinadores que han colaborado en este proyecto, se ofrecerá a los asistentes una cena y jamón al corte y por su puesto, lo más importante regada por la cerveza bendita de San Arnulfo que se ofrecerá gratuitamente a todos los asistentes a esta fiesta que estará amenizada por la banda 'Giroestereo'.


Antonio Jesús García Bueno, uno de los fundadores de la festividad en honor a San Arnulfo, reflexiona sobre el impacto de estas celebraciones: “En su tercer milagro, San Arnulfo, ya fallecido, pudo calmar la sed de la población de Metz durante su entierro haciendo que una sola jarra de cerveza fuera interminable, ofreciéndoles a todos la posibilidad de beber tras una larga y ardua procesión. Hoy, en Canjáyar, su espíritu sigue vivo, uniendo a nuestra comunidad en torno a esta festividad. Queremos que cada año la participación y el entusiasmo crezcan, y que podamos traer de vuelta a todos esos canjilones, o hijos de canjilones, que están fuera de su pueblo para brindar con ellos. Esto es un verdadero milagro de convivencia y alegría”.


Manuel Gómez Guzmán, por su parte añade que “la figura de San Arnulfo ha sido un símbolo de protección y camaradería. La acogida que hemos tenido desde la primera celebración ha sido abrumadora. No se trata solo de la cerveza, sino de la unión de vecinos, amigos y familiares que comparten momentos especiales bajo la bendición de este nuevo patrón. Estas fiestas han demostrado que, con fe y esfuerzo, podemos crear tradiciones que perduren y enriquezcan nuestra cultura local. ¡SALUD!”.


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