Las posturas en torno al proyecto del macrohotel en la playa carbonera de El Algarrobico van definiendo estrategias o, en algunos casos, evidenciando la disparidad de criterios de los alcaldes de los pueblos con sus partidos políticos. Esa división se aprecia con claridad meridiana en el caso del Partido Socialista, que está viendo cómo ayuntamientos con sus siglas contradicen la postura formal de su formación.
No es nuevo, en cualquier caso, ya que el primero de los enfrentamientos con El Algarrobico como telón de fondo se produjo con Cristóbal Fernández, el anterior alcalde de Carboneras, que se enfrentó a su partido y a los gobiernos de Sevilla y Madrid en una clara apuesta por seguir adelante con el hotel, a pesar de las dudas sobre su legalidad.
Mancomunidades a escena
Pero ha sido e esta nueva etapa, abierta por las mancomunidades conformadas por mayorías absolutas del Partido Popular, cuando se han despertado de nuevo las acciones favorables a seguir adelante con el proyecto.
En esta etapa los populares se han subido abiertamente al carro de quienes se muestran a favor de abrir el hotel, por mucho que se acumulen las sentencias que lo consideran ilegal. Incluso han contado con el respaldo del presidente del partido y de la Diputación, Gabriel Amat, y con el del secretario general y vicepresidente, Javier Aureliano García.
Pero a quien se le han descosido las costuras ha sido al PSOE, cuyos dirigentes han vuelto a reafirmarse en su opinión contraria a dar vía libre a un hotel en un parque natural, que cuenta con resoluciones judiciales contrarias de los juzgados de Almería, de la Audiencia Provincial, del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía o del Tribunal
Supremo
Esa opinión, que como recordaba ayer la delegada del Gobierno andaluz en Almería Maribel Requena, es compartida tanto por el Partido Socialista como por la Junta de Andalucía, que ha reiterado su intención de proceder al derribo, si así lo determinan los tribunales, no es respetada en absoluto por un buen número de alcalde del PSOE que se han alineado con las tesis del PP.
Es el caso de los alcaldes de Los Gallardos, Bédar y Lubrín, que votaron a favor de dar impulso a El Algarrobico en la reunión de la Mancomunidad del Levante. Y es el caso de algunos de los que forman parte de la Mancomunidad del Almanzora, donde se verá en los próximos días una moción en la misma línea propuesta por los alcaldes del Partido Popular a propuesta de Carboneras.
El alcalde de Albox, del PSOE, ya ha mostrado su posición favorable a esa propuesta y, por tanto, parece claro que votará lo mismo que sus ‘colegas’ del PP. El de Serón, Juan Antonio Lorenzo, ha sido más prudente y se agarra a lo que indiquen los tribunales para, al menos, no actuar en contra de los criterios del partido.
Y mientras cada alcalde hace la guerra por su cuenta, desde el PSOE se mantiene la oposición al hotel, se critican los cambios de criterio del PP, a favor o en contra “según el tiempo político en que se encuentre”, que se ignore lo declarado por Arenas o por el ministro Arias Cañete, en la línea del derribo, pero por ahora no quieren charcos y no saben no contestan en torno al desaire que les hacen sus propios alcaldes.
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