Lubrín

El pueblo rural donde el verano “es especial” y duplica su población

Lejos de estar vacío esta localidad se transforma en un centro bullicioso y lleno de tradición

Marina Ginés
09:25 • 15 ago. 2024

Un encantador pueblo rural del Levante Almeriense, se transforma cada verano en un vibrante centro de actividades y festividades, convirtiéndose en un imán para visitantes. Tal es así que la localidad de Lubrín, ubicado en plena Sierra de los Filabres, duplica la población local cada jornada estival. De sus habituales 1.400 habitantes el municipio pasa a acoger a 2.500 personas en temporada estival según el alcalde Domingo Ramos.

Este fenómeno se debe a la rica oferta de eventos y la espectacular decoración de las calles, adornadas con toldos de ganchillo elaborados a mano por las vecinas, así como las fachadas de geranios.

“Los veranos en Lubrín son especiales”, destaca el alcalde, quien señala que la variedad de fiestas y actividades culturales y deportivas son la clave para este aumento en la afluencia de visitantes. Cada año, el municipio se propone sumar más calles adornadas con los coloridos mosaicos de ganchillo.

Este año los mosaicos hechos a mano se pueden ver en la plaza de Porche y la calle Médico Alberto Agüero, en la calle Soto Mayor y en un tramo en la plaza de la Constitución. Este año además también se ha incorporado un tramo en la calle Cruz y la calle Iglesia, que también rinde homenaje a la tradición con los tradicionales geranios en sus fachadas.

El calendario estival arrancó, como cada año, con la festividad de San Juan en la Rambla Aljibe, seguido de las Fiestas de Santiago y las celebraciones del barrio del Pocico. Las festividades locales incluyen una oferta amplia de actividades para todas las edades, culminando con las fiestas de Saetí programadas para el 17 y 18 de agosto. "Nuestro objetivo es mantener la tradición y fomentar la convivencia entre vecinos y visitantes", añade Ramos.

Los habitantes y turistas pueden disfrutar de un menú diverso de actividades que incluyen feria del mediodía, carreras de cinta en bicicleta, procesiones, espectáculos de narración, actuaciones de baile, juegos tradicionales, y mucho más. Además, se ofrecen clases de zumba, un festival de hinchables, cronoescalada, cine de verano y carreras de obstáculos.

Las calles de Lubrín se llenan de vida y color durante la temporada estival, dejando instantáneas de un pueblo que, lejos de estar vacío, se convierte en un bullicioso centro de alegría y tradición. Sin duda, Lubrín se presenta como un destino imperdible para disfrutar del verano en su máxima expresión.










Temas relacionados

para ti

en destaque