Ecologistas y pescadores, unidos para proteger el fondo marino

Objetivo: conseguir la protección efectiva del 30% del Mediterráneo español para 2030, con un 10% de protección estricta: una de cada diez hectáreas de mar tiene que estar libre de presiones que comprometan su salud ambiental y supongan una amenaza para la biodiversidad.

Se trata de un proyecto de la Med Sea Alliance liderado por Fundación Marilles, Oceana y Ecologistas en Acción, que ha asumido el seguimiento local de cada una de las áreas marinas protegidas en el Mediterráneo español para evaluar el nivel de protección y cumplimiento de objetivos.

En la parte que afecta al litoral almeriense, Macarena Molina, científica marina y miembro de Ecologistas en Acción, es la técnica del proyecto de conservación: ‘La idea es reforzar el compromiso que asumieron los Estados de proteger el 30% de sus espacios marinos antes de 2030. España va muy bien en cuanto cumplimiento respecto a otras países, pero tenemos la obligación de que el 10%  de ese espacio marino se proteja con grado máximo’.

En la ecuación para llevar a cabo esta investigación hay un factor clave: los pescadores. ‘El pescador es una figura fundamental porque está todo el año, genera empleo, asienta población y da información de los cambios en los ecosistemas. Por ejemplo los primeros detectar las especies invasoras no son las comunidades científicas, son ellos. Los que notan cambios de comportamiento en las especies también, ellos dan la voz de alerta, la ciencia va detrás, por eso creemos que es muy importante hacer uso del conocimiento tradicional ecológico’, sentencia Macarena. 

Luis Rodríguez es el presidente de la Asociación de pescadores del Parque Natural Cabo de Gata - Níjar y está comandando esta misión que se torna vital para el futuro de muchas familias que viven de la pesca y que hacen posible que sigan llegando especies autóctonas nuestras mesas. 

Su papel en este proyecto es dar apoyo a Ecologistas en Acción: ‘Aprovechar el conocimiento de los pescadores sobre pesca en la zona es fundamental, y la importancia de trabajar con los grupos ecologistas para proteger el mar es algo que está fuera de toda duda. Los grupos ecologistas, a los que damos las gracias, están implicados en la conservación del medio, pero quienes más interés tienen en proteger el mar y que haya peces somos los pescadores. No hay que tener miedo cuando se habla de ecologismo y conservar la mar: eso es conservar a los pescadores, conservar el futuro’, afirma Rodríguez. 

Macarena Molina deja claro cuál es el objetivo a lograr cuando en 2025 finalicen los estudios: “Queremos ser conscientes de qué nivel de compromiso están llevando a cabo los Estados para la protección marina y en qué medida están contando con los protagonistas que son las personas que viven de esos recursos naturales, que están en esos espacios y son unos aliados tanto en vigilancia como en seguimiento”.

El estado de conservación que tienen los fondos de Cabo de Gata comparado con otras partes del Mediterráneo es excepcional: ‘Tenemos zonas de posidonia donde la hoja tiene más de 60 cms de altura, eso es un milagro, pero no solo la posidonia, sino que hay hasta tres especies más de fanerógamas marinas, que es como decir que tenemos tres Amazonas dentro de nuestras aguas’.

Molina apunta factores a tener en cuenta: ’hay zonas donde los daños ya son irreparables como por ejemplo la construcción de pasos marítimos, que destruyen y hacen desaparecer especies. Por otra parte el número de embarcaciones de recreo que entran en los espacios protegidos es brutal, y no todo el mundo tiene conocimientos de navegación en cuanto a conservación y existencia de los fondos marinos y el anclaje de las embarcaciones de recreo es tremendo. Por ejemplo, en las rocas donde pegamos nuestras piraguas hay colonias de coral que si las tocamos van al fondo y no se recuperan nunca, el coral si se cae de donde está se muere’.

La gran pregunta es ¿implica esto restricción de actividad? La respuesta Macarena Molina es clara: ‘La protección no es restricción. La vocación de este proyecto no es restringir uso, es estudiar si esa protección la estamos consiguiendo’.