Desde la década de los 90 la subida del agua en la Balsa del Sapo es un problema en el municipio de El Ejido y no fue hasta ayer, en el pleno ordinario, cuando por vez primera en todos estos años se escenificó la unidad de la corporación municipal en torno a este grave problema. Todos los grupos votaron a favor de una moción en la que se le pide a la Junta de Andalucía y al Gobierno central más rapidez y menos burocracia para llevar a cabo las dos soluciones que hay planteadas para la balsa.
La moción fue redactada conjuntamente por el PP y por el PSOE, y la apoyaron en la votación el resto de grupos: UPyD, PAL e IU.
La solución más inmediata es la del bombeo. En este momento se se están extrayendo con bombeo 180 litros por segundo a través del emisario construido al efecto. Sin embargo, es insuficiente, y pese a haber sufrido el invierno más seco en décadas, el nivel del agua sigue subiendo. Por eso, lo que se exige en la moción aprobada por todo el Ayuntamiento es hacer un bombeo adicional al ya existente, de modo que se saquen 500 litros por segundo. Según sus cálculos, se podría rebajar la cota de agua en cuatro meses “y minimizar así los riesgos de inundaciones” que pudiera haber el próximo invierno.
Hoy día, esta actuación está en fase de adjudicación definitiva, quedando pendiente la firma del contrato de adjudicación del proyecto constructivo y la ejecución del mismo, así como la finalización del procedimiento de licitación para la dirección de obra. Los distintos grupos pidieron más urgencia en todos estos trámites.
Además, el próximo lunes 11 los vecinos de Las Norias han anunciado que acudirán a la Delegación de Medio Ambiente ante la situación interminable y sin solución que padecen desde hace años.
Polémica por solo unos euros
En el pleno de ayer la Iglesia evidenció con claridad cuáles eran los grupos de derecha e izquierda. Por un lado, PSOE y UPyD presentaron sendas mociones, apoyadas por IU, pidiendo que la Iglesia católica, y otras confesiones, paguen por el IBI los 2.000 euros que les correspondería abonar por sus inmuebles en El Ejido, “como hacen el resto de ciudadanos”.
Por otro lado, el PP hizo valer su mayoría, más los votos a favor del PAL, para tumbar ambas propuestas. El alcalde, Francisco Góngora, argumentó que si la Iglesia abonase esos 2.000 euros, perdería recursos para hacer una labor asistencial, que tiene un coste muy superior a esa cantidad.
11 años para pagar al Consorcio de Residuos Sólidos la deuda pendiente
El pleno municipal aprobó por unanimidad el plan de pagos al Consorcio de Residuos Sólidos, que había quedado fuera del plan de pagos a proveedores. Dicho convenio de pago se prolongará durante 11 años, hasta 2023, para hacer frente a una deuda contraída de unos 5 millones de euros.
Según expuso el portavoz y concejal de Hacienda, José Francisco Rivera, “se trata de un acuerdo ventajoso, ya que en la anualidad número doce se producirá una quita y se rebajará el pago en 810.000 euros, que será lo que ahorrará el Ayuntamiento”. De este modo, El Ejido plantea responder a una deuda que a su vez el Consorcio de Residuos ha encadenado con la UTE de Gádor.
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