Se amplía la brecha entre el municipio más adinerado de la provincia y el más pobre. La renta media anual de los residentes en la capital ha alcanzando lo 26.993 euros, el 4,5% mas, frente a los 15.749 euros de La Mojonera. La diferencia es cada vez más abrumadora y supera los 11.000 euros, un 5% más que el año anterior, según la Estadística de los declarantes del IRPF, recién publicada por la Agencia Tributaria.
Una de las características del mapa resultante del reparto de la renta por la piel de la provincia es que la riqueza tiende a acumularse cada vez más en el área metropolitana con mayor número de empresas y profesionales más cualificados y mejor pagados. También se amplifica la tendencia -no solo en Almería- a que los municipios con más renta tienden a estar cerca de la costa respecto a la despoblación interior.
En la parte alta del ranking de acaudalados de la provincia, tras la capital, aparece Pulpí con 25.796 euros de renta bruta media anual, con un crecimiento meteórico del 32%, uno de los mayores de Andalucía.
La economía de Pulpí se basa, sobre todo en la agricultura y su nivel de renta dice mucho de que los salarios han crecido de forma permeable en todas las capas sociales y entre los propietarios de las explotaciones, principalmente de hoja verde, y los jornaleros.
El bronce es para Mojácar (25.796 euros) y un alza de su renta del 7,7% asentada casi en exclusiva en el Turismo.
A continuación, también en puestos de privilegio, lo que es el topten provincial aparecen Carboneras (24.589), Huércal de Almería (24.520), Macael (23.869), Olula del Río (23.827), Roquetas (23.466), Vera (23.306) y Tíjola (23.218).
En los últimos lugares se sitúan, a continuación del farolillo rojo La Mojonera, Canjáyar, Níjar, María, que es el municipio que ha experimentado un mayor retroceso (-4,79), Oria, Laujar, Abrucena y Gérgal.
La estadística de la Agencia Tributaria se construye a partir de las declaraciones del IRPF de los ciudadanos, en este caso las presentadas en la campaña de 2023 que recogen las rentas percibidas el año anterior -del trabajo, que tienen el mayor peso específico, de la actividad económica, inmobiliarias, ganancias patrimoniales, etcétera-. Solo tiene en cuenta las entidades de más de 1.000 habitantes.
Por otra parte, conviene tener en cuenta que Almería es la última de España en renta neta anual media por habitante con 10.103 euros per cápita, un ránking que encabeza Guipúzcoa con 16.887 euros. En los años 40 era también Almería la última del vagón de la renta española, junto a Badajoz, y ahora vuelve a ocupar el mismo lugar que hace 80 años, según el Atlas de Distribución de Renta de los Hogares del año 2021 publicado a finales del pasado año por el Instituto Nacional de Estadística. Si esta provincia es la reina de las exportaciones agroalimentarias de Andalucía y es la primera en PIB por habitante en Andalucía (20.342 euros), algo no cuadra.
Lo que denotan estos porcentajes es que Almería es una gran productora de bienes y servicios, pero no tiene una economía basada en el valor añadido. Es decir, mucho volumen pero poco valor, mucho ruido pero pocas nueces.
El talón de Aquiles
Aunque el talón de Aquiles de la economía sea aún el obtener un mayor valor añadido de sus actividades primarias, la provincia cuenta con una variable en las que ninguna otra provincia andaluza le puede toser. Se trata del PIB por habitante en la que Almería supera los 20.000 euros, seguida por Sevilla con 18.763 euros, según los últimos datos computados de 2020, cuando la economía aún venía condicionada por el frenazo de la actividad económica de la pandemia.
Almería, con 14.588 millones de euros de PIB fue una de las provincias que menos notó el bajó económico producido por el coronavirus, apenas 1.000 millones de euros menos con respecto a 2019, debido a que la actividad primaria del agro siguió funcionando a pleno rendimiento.
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