300 alumnos de la provincia crean cooperativas con fines solidarios

Términos como patente, capital social o asamblea no son comunes entre muchos escolares. Sin embargo, hay varios centares de alumnos de primaria y secundaria de la provincia que están más que familiarizados con estas terminología propia de los negocios.
En total,  han sido 375 alumnos de 14 centros de la provincia (curiosamente ninguno de la capital) los que han participado durante este año en los programas para incentivar el emprendimiento en niños de 9 a 18 años promovidos por la Conserjería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo.
De 9 a 18 años
Los más pequeños (de 9 a 11 años) participan en la experiencia ‘Emprender en mi escuela’; a partir de los 12 continúan con el programa ‘Ícaro’ y desde los 14, lo hacen a través del programa ‘Empresa Joven Europea’.
Todas las experiencias, independientemente de la edad del alumnado, parten de la creación de una sociedad cooperativa real entre toda la clase. “Es una gran experiencia para los alumnos porque aprenden a enfrentarse a conflictos, negociar entre ellos y valorar el dinero”, explica Antonia Valdivia, profesora del Colegio Cooperativa Portocarrero de Roquetas de Mar.
Los niños que participan en la actividad gestionan como socios sus propias cooperativas: eligen a qué actividad se van a dedicar, entregan un capital social,  votan en asamblea a su junta directiva y elaboran los estatutos que rigen el funcionamiento de la sociedad.
Además, el resto del profesorado también se implica. “Las cuentas de la sociedad se hacen en la clase de Matemáticas y los estatutos se redactan en Lengua”, continua la profesora.
Pero lo importante es vender y hacer dinero. Para ello, los propios alumnos deciden a qué se van a dedicar. En la mayoría de los casos, destacan los productos artesanales y con material reciclado. Aunque también se encuentran venta de cactus autóctonos como la de la sociedad creada en el IES La Puebla, de Vícar o la realización de trenzas para el pelo o tatuajes de henna que comercializan alumnos del IES Las Norias, de El Ejido.
Finalmente, todos los participantes acuden a un mercado que, en el caso de los centros de Almería, se realizó en Jaén para mostrar y, por supuesto vender sus productos. Parte de la recaudación, tras devolver el capital inicial, se entrega a una ONG.