Javier Pajarón
21:52 • 17 jul. 2012
Francisco Javier Mejía Ruiz, conocido letrado almeriense, falleció ayer a los 54 años de edad tras sufrir un infarto de miocardio mientras defendía a un cliente en el Juzgado de Primera Instancia número Seis de Almería, con competencias en procedimientos de Familia.
El trágico suceso se produjo a las 12.30 horas en la Ciudad de la Justicia de Almería, en Carretera de Ronda, y en la sala se encontraban la magistrada Clara Eugenia Hernández y varios juristas, entre ellos José Pascual Pozo, decano del Colegio de Abogados de Almería, y Vicente Fernández.
Según los testigos, Francisco Javier Mejía estaba en el uso de la palabra cuando comenzó a sentirse indispuesto. Se disculpó ante el tribunal (una vista por la ejecución de una sentencia ) e intentó coger un botella de agua que tenía en la cartera justo antes de desvanecerse.
Un médico que se encontraba en la sala inició rápidamente las maniobras de reanimación cardiopulmonar, mientras un funcionario alertaba a Emergencias Sanitarias 061 y otro desplegaba el desfibrilador automático instalado en los nuevos juzgados. La ambulancia, una UVI móvil según indicó Emergencias 112, llegó en unos 10 minutos, pero no consiguió salvar la vida del letrado que sufrió varios infartos consecutivos.
Perfil
Mejía estaba casado, tenía dos hijos, estaba colegiado en Almería desde octubre de 1985 y era un prestigioso especialista en asuntos urbanísticos. Pertenecía a la Cámara de Comercio a través de la Comisión de Vivienda y Ordenación de Territorio.
Su trayectoria profesional fue reconocida en 2011 en los actos conmemorativos de Santa Teresa, patrona del colectivo. Recibió el Escudo de Plata del Ilustre Colegio de Abogados de Almería por 25 años de colegiación junto a otros ‘veteranos’ compañeros, además de un diploma en reconocimiento a sus bodas de plata en la pro
El trágico suceso se produjo a las 12.30 horas en la Ciudad de la Justicia de Almería, en Carretera de Ronda, y en la sala se encontraban la magistrada Clara Eugenia Hernández y varios juristas, entre ellos José Pascual Pozo, decano del Colegio de Abogados de Almería, y Vicente Fernández.
Según los testigos, Francisco Javier Mejía estaba en el uso de la palabra cuando comenzó a sentirse indispuesto. Se disculpó ante el tribunal (una vista por la ejecución de una sentencia ) e intentó coger un botella de agua que tenía en la cartera justo antes de desvanecerse.
Un médico que se encontraba en la sala inició rápidamente las maniobras de reanimación cardiopulmonar, mientras un funcionario alertaba a Emergencias Sanitarias 061 y otro desplegaba el desfibrilador automático instalado en los nuevos juzgados. La ambulancia, una UVI móvil según indicó Emergencias 112, llegó en unos 10 minutos, pero no consiguió salvar la vida del letrado que sufrió varios infartos consecutivos.
Perfil
Mejía estaba casado, tenía dos hijos, estaba colegiado en Almería desde octubre de 1985 y era un prestigioso especialista en asuntos urbanísticos. Pertenecía a la Cámara de Comercio a través de la Comisión de Vivienda y Ordenación de Territorio.
Su trayectoria profesional fue reconocida en 2011 en los actos conmemorativos de Santa Teresa, patrona del colectivo. Recibió el Escudo de Plata del Ilustre Colegio de Abogados de Almería por 25 años de colegiación junto a otros ‘veteranos’ compañeros, además de un diploma en reconocimiento a sus bodas de plata en la pro
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