Anulan la cita médica a pacientes del centro de salud ‘Ciudad Jardín’

Al menos una decena de usuarios del Centro de Salud de Ciudad Jardín de la capital se quedaron sin su cita para el médico de cabecera el pasado jueves. Algunos de los afectados, que habían conseguido su cita para ese día a través del servicio de cita previa por internet el martes, se sorprendieron cuando el miércoles a mediodía recibían en sus domicilios una llamada del servicio de cita previa telefónico del SAS anulándosela.

Los afectados explican que no sólo les invalidaron su cita con el médico de cabecera, sino que les explicaron que no sabían para cuándo podrían conseguir una nueva cita porque desconocían la fecha exacta de incorporación del médico y que, por tanto, no podían ubicarlos en una nueva fecha.

“Desajuste de agenda”
Sin embargo, desde el SAS se aclara que todo eso ha sido fruto de “un desajuste de agenda de la consulta” con el servicio de cita previa, porque la médico en cuestión para la que se pidió la cita pasó de hecho consulta el pasado jueves. “Hubo médico y atendió a los pacientes con normalidad”, explica el SAS.

Los usuarios que perdieron su cita el pasado jueves aseguran que no entienden nada, máxime porque desde cita previa les aseguraron que su médico no estaba e, incluso, que no sabían cuando se incorporaba a su trabajo, por lo que no podían darles una nueva fecha. Sin embargo, durante el mes de julio su médico de cabecera ya estuvo de vacaciones y sus pacientes los estuvo atendiendo otro facultativo.

Según el SAS todo ha sido un problema “informático” y no un problema ocasionado por la falta de médicos o la reducción de personal fruto de las vacaciones.

Otras incidencias
Por otra parte, en el centro de salud de Aguadulce Sur, según ha podido saber este diario, aunque no se han producido problemas reseñables sí se ha dado la circunstancia de que usuarias que acudían a su revisión ordinaria de embarazo con el médico de familia se encontraron en su lugar con una enfermera. Sucedía el pasado 1 de agosto por la mañana. El médico de familia ya estaba de vacaciones y quien atendió a la paciente, una enfermera, fue quien tuvo que mirar los resultados de la analítica. Como los índices de hierro parecían estar algo ajustados, la enfermera trató de localizar a un médico que indicara si era o no necesario recetarle hierro en el centro de salud; pero no localizó a ninguno y se ofreció a localizar uno con posterioridad y comunicarle a la usuaria lo que éste le dijera.