Calles del centro de la capital son menos accesibles tras las obras realizadas por el Ayuntamiento

La asociación de personas con discapacidad Verdiblanca ha denunciado que el Ayuntamiento de Almería, “en lugar de quitar obstáculos para personas con discapacidad”, con las nuevas obras que está llevando a cabo en el casco antiguo está poniéndolos.

Documentándolo con fotografías, Verdiblanca pone el acento en que “donde hace cuatro meses una silla de ruedas podía deambular con plena autonomía, hoy debe hacerlo con ayuda de terceras personas y con dificultad”, ya que se ha suprimido la cota cero en los bordillos y ahora tienen 45 grados de inclinación y no hay rebaje en las aceras.

Las nuevas obras llevadas a cabo, por ejemplo, en el entorno de Correos “ha creado una frontera levantada en la calle Padre Luque a lo largo de todo su recorrido hasta su intersección con la calle Real pasando por la Antonio González Egea”, y cuyo extremo ya sí es accesible. Denuncia Verdiblanca que, además de no existir ningún paso de peatones señalizado, todo el perímetro cuenta con el citado bordillo de 45 grados, cuando la pasada primavera, antes de iniciar las obras de supuesta mejora, eso no sucedía.

En la misma situación están los trabajos realizados en la calle Ricardos, Doctor Gómez Ulla y Conde Ofalia, en las que se añade un problema más para la accesibilidad: unas inclinaciones transversales que dificultan aún más la movilidad de sillas de ruedas. Sin embargo en calles adyacentes pueden encontrarse tramos adaptados con rebaje a cota cero y otros que no. Así, -continúa la asociación- hay barreras en la calle Rueda López con calle Reyes Católicos, pero no las hay en calle Zaragoza o en Trajano, pero vuelven aparecer en el entorno del Parking de Almadrabillas, frente a la correcta accesibilidad en la calle Murcia.

El problema -explica Verdiblanca- está en los materiales, que ya se comenzaron a utilizar hace tres años en la calle Navarro Rodrigo de la capital. Entonces hubo ya críticas y visitas conjuntas demostrando las dificultades, pero “no se hizo ningún cambio”. En los pasos de cebra -añade- “no existe ninguna diferenciación de texturas en el piso que anuncie a las personas ciegas de la existencia de esa señal, tal y como exige la normativa vigente”.