Los vecinos tienen un mes para cifrar los daños ocasionados por el incendio

Unos 60 vecinos, cuyas propiedades se han visto afectadas por el incendio forestal registrado el pasado fin de semana en Bédar, asistieron ayer a la reunión en el Ayuntamiento de esta localidad para comenzar con la evaluación de los daños causados.

“Tenemos el plazo de un mes para preparar toda la documentación precisa, con el fin de acceder a las distintas líneas de ayuda a las que podamos acogernos”, señala el alcalde de Bédar, Ángel Collado. Así, comenzaron a distribuirse los formularios, disponibles en el Ayuntamiento o en la página web de esta institución, “y donde indicar los desperfectos ocasionados”.

Primeras estimaciones
Aunque “aún es pronto” para cuantificar los daños, algunos vecinos estaban al corriente de los trámites y “ya nos han aportado la valoración de daños completa. Hay un caso particular, en el que las pérdidas superan los 70.000 euros”, destaca Collado.

El alcalde, según las primeras estimaciones, habla de unas 30 viviendas afectadas. “Muchas se han visto dañadas parcialmente. Las llamas alcanzaron los porches, las persianas o afectaron a los aparatos de aire acondicionado. Hay otros casos más graves, como el del propietario de un complejo rural cuyas instalaciones se han visto muy afectadas. Por ello, nos hemos puesto a su disposición para colaborar en las tareas de desescombro que se iniciarán el lunes próximo”, sostiene el regidor.

A la reunión de ayer acudieron algunos de los agricultores cuyas parcelas invadieron las llamas. “Se han visto afectadas unas 100 hectáreas de cultivo, fundamentalmente de olivos y almendros. También hay que valorar los daños en infraestructuras agrícolas o, incluso, las balsas dañadas por la extracción del agua que los helicópteros necesitaron para labores de extinción”. Los ganaderos no han sufrido pérdidas, “excepto algunos apicultores que perdieron sus colmenas”, añade Ángel Collado.

Sin seguros
La mayoría de las viviendas afectadas carecían de seguro, según ha podido constatar el regidor. “Imagino que pocos agricultores disponen de seguro, aunque no sea el caso de los apicultores afectados. En cuanto a las viviendas, yo pensaba que casi todas lo tendrían y mi sorpresa ha sido constatar que la mayoría de las casas no están aseguradas”, admite, finalmente, Collado.