El Ayuntamiento de Bédar continúa valorando los daños ocasionados por el incendio que a finales del pasado mes calcinó más de 400 hectáreas en Sierra Cabrera. Para ello, su alcalde, Ángel Collado, ya ha mantenido varias reuniones con los afectados, en las que se les ha informado del proceso a seguir y se les ha entregado el formulario que tienen que completar. Unos datos que espera recopilar en los próximos días para poder presentarlos “a tiempo” a la Junta de Andalucía y la Subdelegación del Gobierno en Almería.
“La inmensa mayoría” de los vecinos afectados por el incendio tienen seguro, según ha destacado el alcalde. “De los que han venido al Ayuntamiento, hasta ahora, solo uno no lo tiene”, ha especificado.
“Los vecinos nos van proporcionando poco a poco la valoración de los daños que han tenido en sus propiedades. A aquellos que tienen seguro es éste el que les está haciendo dicho balance”, ha explicado el alcalde, quien espera que en los próximos días se cuente con la valoración final para remitir los datos a la Junta y Subdelegación.
El alcade de Bédar ha especificado que tras el incendio se arreglaron las infraestructuras hidráulicas, eléctricas y telefónicas. También se llevaron a cabo labores de limpieza en los caminos y en la carretera, principalmente, en la de Serena.
Por otro lado, el primer edil ha indicado que el daño medioambiental ocasionado en el monte público es difícil de cuantificar. Ángel Collado ha señalado que, por el momento, desconoce el plan de reforestación de la zona quemada, aunque ha señalado existe un compromiso por parte de las administraciones para recuperar el monte público afectado por las llamas.
Hay que recordar que el incendio que se originó el 25 de agosto afectó una zona declarada Lugar de Interés Comunitario (LIC) de Sierra Cabrera, un espacio de gran importancia medioambiental.
Desde el punto de vista florístico su importancia radica en ser una de las zonas de mayor diversidad (el catálogo está por encima de las 1.000 especies) de la Península Ibérica tras el macizo de Sierra Nevada y, por tanto, de la Europa continental. La Delegación de Medio Ambiente destaca que esta gran diversidad se debe a que en este lugar afloran materiales geológicos muy diferentes: rocas volcánicas, yesos, calizas y esquistos, diversidad geológica que contribuye a que se originen formaciones vegetales de elevado interés por su carácter, en muchos casos, endémico o de areal muy reducido.
En cuanto a la fauna presente en la zona incendiada destaca la presencia de la tortuga mora (Testudo graeca) con poblaciones catalogadas en peligro de extinción, así como rapaces como el águila real, águila perdicera y el halcón peregrino.
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