Orgullo de ser almerienses

El de ayer en Macael fue un día grande para Almería. En el teatro auditorio de la localidad se dieron cita autoridades civiles, militares y religiosas, así como cientos de ciudadanos para vivir el Día de la Provincia, una cita que se repite cada año el 10 de noviembre con motivo del aniversario de la creación de las diputaciones y que reunió a más de 600 personas para conmemorarlo.
A la llegada, antes de comenzar, la banda de música de la Agrupación Cultural musical de Macael daba la bienvenida a ritmo de pasodoble a los invitados al acto fuera del recinto. Una vez todos dentro, María del Mar González se encargaba de conducir el solemne y bien medido programa del día, que se inició con la intervención del alcalde de Macael, Raúl Martínez. El regidor del municipio anfitrión del Día de la Provincia comenzó su breve discurso satisfecho  porque hacía tiempo que no podían “llenar este teatro” y se ha conseguido “por algo bueno”. No perdió la ocasión que se le brindaba de recordar que su municipio y la comarca atraviesan momentos difíciles, por lo que apuntó a un mañana no muy lejano en el que “unidos” en la comarca del mármol podrán “salir adelante”. Hizo asimismo sendas reivindicaciones al Gobierno de España y a la Junta de Andalucía: líneas de crédito blandas para ayudar al sector de la piedra natural y que no se desista de concluir la autovía del mármol y del Almanzora.
De manos de Gabriel Amat, presidente de la Diputación, recibió el alcalde de Macael la Bandera de la Provincia, que llevaron hasta el escenario dos niños, Maribel y Gabriel María.
Llegó después el momento de las medallas de la institución provincial. La primera en entregarse fue la del Deporte, que se ha concedido a la deportista Carmen Martín y que recogían sus padres, Francisco Martín y Carmen Berenguel, porque su agenda deportiva le impidió estar presente.  Fue su madre la que agradeció públicamente el reconocimiento y el “bonito homenaje” de la provincia a su hija.
En el Banco de Alimentos recaía la segunda de las medallas concedidas por la Diputación Provincial. Amat hizo entrega de ella al presidente del Banco de Alimentos, Juan Azorín, quien recogió este galardón social agradeciendo la solidaridad de miles de almerienses, instituciones y empresas, que “están enterrando en alimentos” a la ONG. Hizo mención especial para los voluntarios que hacen posible el reparto de comida en la provincia, a quienes dedicó la medalla.
Llegó el turno de la Medalla de la Cultura de la provincia, que ha recaído en el artista almeriense Manolo Escobar. A su llegada al teatro, los asistentes se ponían en pie y lo recibían entre aplausos cuando recorría el pasillo central con su muleta en el brazo izquierdo para llegar al escenario.  Volvía a recibir el cariño de los almerienses cuando Gabriel Amat le hacía entrega del reconocimiento de la provincia y él lo agradecía iniciando su intervención con un “he sido y soy profeta en mi tierra”, algo que -aseguró- le llena “espíritu más allá de la vanidad”. Dedicó el reconocimiento de Almería a su familia y también a Barcelona. “Barcelona, a la que cada vez que volvemos sigue recibiéndonos con los brazos abiertos, en contra de lo que algunos quieren vendernos”, dijo, desatando la ovación del público. Sobrado de sentido del humor, pidió al presidente de la Diputación, Gabriel Amat, que utilice su “influencia” para que el ministro