La alcaldesa decide grabar los plenos y colgarlos íntegros de la web

La alcaldesa de Mojácar, Rosa María Cano (PP), tras varios incidentes con expulsiones de concejales y de asisitentes  a los plenos municipales, ha cedido y ha decidido grabar las sesiones plenarias y colgarlas íntegras en la página web del Ayuntamiento.

“No me agrada y me coarta hablar delante de una cámara, me resta libertad. A pesar de ello y a partir de este pleno, se grabarán todos y, posteriormente, una vez que la secretaria municipal haya redactado las actas,  serán emitidos en la página web del Ayuntamiento”. Así explicaba Cano su decisión de grabar audiovisualmente el desarrollo de las sesiones plenarias. La alcaldesa mojaquera añadía que “no estoy dispuesta a que un señor”, en referencia a Oscar Gladiardi, miembro del movimiento ‘Graba tu pleno’, “que es marido de una concejala de la oposición y sesga totalmente la información en su página web desde la que insulta y desacredita a los concejales del equipo de Gobierno, grabe y divulgue los plenos”, insisite la alcaldesa.

Cano, tras insistir en que se va a “grabar y publicitarlo íntegramente desde la web municipal”, ha advertido que “toda captura, descarga o utilización de las imágenes por terceros serán denunciadas”.

Estas manifestaciones eran efectuadas por la Cano tras la celebración el pasado jueves de una sesión plenaria en la que los concejales de la oposición municipal “provocaron tensiones innecesarias con el objetivo de aparecer como víctimas de una pretendida actitud autoritaria y despótica de la primera edil mojaquera”, señala un comunicado municipal.

Según explican enla nota, el grupo municipal Unión Mojaquera al completo abandonó el salón de plenos, tras ser advertido uno de sus concejales por tres veces de falta de respeto hacia un funcionario.

Además, tanto el concejal socialista Manuel Zamora, como la concejala de MPSM Jessica Simpson, abandonaron el salón de plenos antes de la finalización de la sesión “en una clara conducta de falta de respeto al equipo de Gobierno y al público asistente”, cuando la alcaldesa ruega a Simpson que, “en aras al mantenimiento de la singularidad del casco urbano, quite el enorme grafiti pintado en la fachada de su tienda de piercing, dado el negativo contraste que ofrece con el resto del pueblo cuyos vecinos tienen los exteriores de las casas pintadas de blanco.