Almería resiste la crisis con un rally exportador por valor de 2.200 millones

La economía almeriense cerrará 2012 con un escenario peor que el vivido en 2011, con una caída de la actividad estimada del -2,5%, según todos los indicadores económicos. Las previsiones para  el primer semestre de 2013 es de que continúe la destrucción de empleo en la provincia que podría rozar el vértigo de una tasa del 40%.
La única noticia positiva en el informe Económico Almería en Cifras, presentado ayer en la Cámara de Comercio con el apoyo de Cajamar, es la de las exportaciones, que han disfrutado de un incremento exponencial, sobre todo a través de la actividad hortícola y la piedra natural. Según todos los indicadores, las exportaciones provinciales alcanzarán un valor de 2.200 millones de euros al cierre de 29012.
Atentos a junio de 2013
El presidente de la Cámara, Diego Martínez Cano, y el de la Fundación Cajamar, Antonio Pérez Lao, coincidieron en aferrarse al menos a la esperanza de que pueda quebrarse esta racha económica y financiera tan oscura a partir del segundo semestre de 2013, coincidiendo con algunos informes, aún tímidos, del Fondo Monetario Internacional.
Según se desprende del Informe, la economía almeriense registró en el año 2011 una nueva caída de la actividad, truncando así la recuperación iniciada el año anterior. Lamentablemente no ha sido un simple estancamiento, sino una nueva recesión en toda regla, desde el momento que se confirmaba en el segundo trimestre del año dos trimestres consecutivos de crecimientos negativos.
Con una demanda estancada temerosa de consumir, la actividad empresarial no ha encontrado salida a sus productos en el mercado interno: la venta de viviendas ha permanecido sin flujo, de ahí que las hipotecas volvieron a caer un 24,3%; tampoco se vendieron vehículos, matriculándose apenas 7.500 turismos en todo el 2011, un 28,4% menos que el año anterior, y todo ello a pesar de que los precios se ajustaron en la segunda mitad del año, creciendo tan sólo el 1,9%.
Hasta las entidades financieras, que han seguido en este periodo sin conceder créditos (-5,6%), y han sufrido una caída de sus depósito del 7,9%.
Si esta sangría antes procedía del sector privado, ahora tiene su origen en el sector público, afectado por los recortes presupuestarios que tienen como objetivo que el déficit público sea el 3% a finales de 2014.