El vecino de Mataró que cede su casa a una familia con problemas económicos entrega las llaves a una pareja con dos hijos

Eulogio Carmona, el vecino de Mataró (Barcelona) de 64 años que se propuso ceder por un periodo mínimo de dos años su segunda residencia ubicada en la urbanización Thalassa II de Vera (Almería) a una familia desahuciada o con problemas económicos, ha entregado este miércoles la llaves de la vivienda a Álvaro y Yolanda, una pareja con una hija de cinco años y un niño de 17 meses.

Así lo ha confirmado el propio Carmona, quien se ha desplazado hasta la localidad almeriense para conocer a una de las cuatro familias que optaban al proceso de selección. Así, ha explicado que dos de esas cuatro familias se han descartado así mismas al no poder hacer frente a los gastos de luz y agua que llevan implícitos la cesión.

Entre los otros dos candidatos, Carmona se ha decantado por esta pareja de 31 y 29 años de edad que hasta ahora residían en Granada y que recientemente acordaron la dación en pago de su vivienda con una entidad bancaria al no poder hacer frente a la hipoteca, ya que ambos habían perdido el empleo que tenían en el sector de la hostelería.

Con esto, el propietario del inmueble ha narrado cómo la joven pareja ha recibido “muy emocionada” las llaves del apartamento al que se trasladarán en los próximos días. En este sentido, ha destacado también la colaboración del alcalde de Vera, José Carmelo Jorge (PP), quien se ha ofrecido a mediar para escolarizar de la forma más ágil a la pequeña en un centro de la zona.

“Esta familia es como un tren de mercancías que había descarrilado y nosotros hemos podido poner un vagón de nuevo en su vía”, ha reflexionado el dueño del apartamento, quien a finales de este mes recibirá un premio en reconocimiento a su iniciativa. “Son gente coherente que no escondieron la cabeza al ver el peligro”, ha valorado Carmona a la hora de realizar su elección.

La vivienda cuenta con dos dormitorios dobles, baño, cocina y sala de estar y está ubicada en una urbanización residencial. Los moradores de la vivienda solo tendrán que hacer frente a los gastos de luz, agua y comunidad, mientras que el resto será abonado por los propietarios de la misma.