Durante el último año han sido 1.670 los fumadores que han intentado dejar el hábito del tabaco con ayuda de su médico de cabecera en el Distrito Sanitario Almería. En este ámbito de acción, que incluye la capital y su área metropolitana, un 29% de la población es fumadora, algo menos que la media andaluza donde, según la última encuesta de salud queda reflejado que tres de cada diez habitantes fuma.
La adicción al tabaco no siempre es fácil de superar y como todas las adicciones implica recaídas. De hecho, se estima que sólo un treinta por ciento de quienes deciden dejar de fumar, lo consigue de forma definitiva y a la primera. El resto recae.
Menos infartos y menos asma
Esto no debe desanimar a nadie puesto que el beneficio que se obtiene cuando se abandona el tabaco es enorme. De ahí que los planes integrales contra el tabaquismo sean pilares dentro de los planteamientos de salud pública en Andalucía.
En este sentido, se ha demostrado, asegura el Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo, que la eficacia de este tipo de atenciones ha provocado en España una caída del 10% de los ingresos hospitalarios por infarto y una disminución en un 15% de los casos de asma infantil.
Fórmulas para todos
Las intervenciones directas, individuales o grupales son sólo algunas de las que se ofrecen en los centros de salud. Además, hay otras posibilidades como son los programas ‘A no fumar me apunto’ o los dirigidos específicamente a los adolescentes y en los que la delegación de Salud va de la mano con la de Educación.
Así lo apunta la coordinadora de deshabituación tabáquica del Distrito Almería, Isabel Craviotto, que explica cómo después de ahondar en programas con empresas, profesionales sanitarios y educadores, ahora se pretende mantener la red tejida en los últimos años para que todos tengan como hábito el consejo sobre la deshabituación.
Entre 2010 y 2012, por ejemplo, ya se ha formado en deshabituación a cuatro de cada diez trabajadores del Distrito Sanitario Almería y se ha logrado que en cada unidad de gestión clínica haya un médico o enfermero considerado como el ‘referente’ para ayudar a dejar de fumar.
Y si algún fumador no tiene tiempo para visitar a su médico, Salud le ofrece la posibilidad de dejar el hábito a través de la web o el teléfono.
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