La edad de las menores víctimas de violencia baja “escandalosamente”

La edad de las menores víctimas de violencia baja “escandalosamente”

María Medina
07:00 • 18 feb. 2013

La edad de las menores víctimas de violencia de género está bajando “escandalosamente”. Así lo asegura la coordinadora del IAM en Andalucía, Soledad Ruiz, que ayer presentaba en Almería unas jornadas formativas para mejorar la atención a menores expuestos a la violencia de género hacia sus progenitoras.
Y es que, no sólo las mujeres adultas están en riesgo, también hay menores que son víctimas reconocidas de violencia, tal y como se ha detectado. El problema es que, a pesar de la formación e información en igualdad y los cambios sociales de los últimos años, la edad de la mujer violentada va en descenso.
Dos menores en 2013
A finales de 2012, de hecho, se puso en marcha en el marco del IAM un programa de atención psicológica a menores víctimas de la violencia machista y en apenas un mes se está atendiendo a 60 chicas de entre 14 y 18 años en Andalucía. De Almería, son dos las que, a día de hoy, integran ese programa, explica la coordinadora del IAM en la provincia, Francisca Serrano.
Y si entre las menores, la edad media de las agredidas es de 17 años, las hay de 14 e incluso de menos, apunta Soledad Ruiz, que ve en el “falso amor romántico” uno de los principales problemas. En su opinión, hay que terminar con la confusión entre el te amo y soy tu amo, y para ello, aboga por sensibilizar a la sociedad e involucrarla en la lucha contra esta violencia.
La familia y la educación en todos los aspectos, desde el cine hasta las amigas que rodean a una víctima tienen que ir al unísono a la hora de detectar y denunciar la situación cuanto antes. Precisamente, en ese sentido,  se han celebrado en Almería las jornadas formativas ‘La infancia; una realidad sin secuelas’, que si  bien va dirigida a menores hijos de víctimas, éstos son también considerados víctimas.
Jornadas formativas
Las jornadas, organizadas por el IAM y el Colegio Profesional de Educadoras y Educadores Sociales de Andalucía, Copesa, tienen como objetivo facilitar a los profesionales del ámbito social formación y mecanismos adecuados y coordinados para la detección y prevención de las consecuencias que pueden sufrir los menores que hayan vivido situaciones de violencia de género en sus hogares. Las jornadas, a las que en Almería asistieron más de medio centenar de personas, están dirigidas a profesionales que trabajan en los servicios sociales, en atención de menores, y a estudiantes de educación social, trabajo social y psicología.
Y para empezar a trabajar, se les hizo entrega de una guía metodológica para educadoras y educadores sociales con herramientas prácticas para detectar cuanto antes un problema de violencia. Lo importante, dijo Ruiz, es que profesionales y administración compartan información y fórmulas para mejorar.
Para Ruiz y Serrano, los menores expuestos en sus hogares a violencia de género son también víctimas y así lo sufren.







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