La Cátedra Cajamar de estudios agroalimentarios ha presentado un trabajo sobre el sector de la comercialización hortícola de Almería que, sobre la base de 51 encuestas realizadas a la mayor parte de las empresas, concluye que el mayor desafío al que ha de enfrentarse el sector hortofrutícola es, sin duda, la cncentración de la oferta y la creación de una plataforma logística en Europa que le permita redistribuir los productos a todos los mercados.
No son consignas nuevas, pero sí lo son los datos sobre los que se asienta un informe que llama la atención sobre el hecho de que frente a la concentración de la grandistribución (cinco grupos controlan la mitad del negocio en Europa), Almería sigue dando signos preocupantes de dispersión ya que si en 2006 había 129 comercializadoras, seis años más tarde, en 2012, ese número había aumentado hasta 141.
Lo que sin duda es un retroceso en el objetivo de la concentración, no lo es tanto si se tiene en cuenta que las diez empresas con mayor peso en el sector provincial acaparan un 70 por ciento del total de las ventas, y que en los últimos dos años han menudeado las operaciones de fusión o absorción de empresas.
José Ángel Aznar, uno de los autores del informe, destacaba el hecho de que no se trata únicamente de crecer en volumen, sino de hacerlo “con sentido” en cuestiones como la especialización o la gestión de ventas, aspectos sin los cuales el aumento de tamaño no es decisivo.
El reto se torna urgente a medida que se van produciendo los cambios en los mercados de destino. La crisis económica no ayuda ya que en situaciones de dificultad la disgregación de la oferta es aprovechada aún más por los grandes grupos para recortar precios. Las respuestas de los empresarios a la encuesta planteada no deja lugar a dudas: todos creen que mejorarían sus resultados ganando dimensión, pero nadie se pone manos a la obra.
Emilio Galdeano indicaba en pocas palabras el camino a seguir, que no es otro que ganar eficiencia en la comercialización, vía tamaño de las empresas y creación de plataformas logísticas en destino, y mejorar la productividad de las empresas, en lo técnico y en lo humano.
José Álvarez, encargado del área logística del informe, señala el barco como transporte del futuro, por fiabilidad y coste, pero advierte que como paso previo fundamental Almería tendrá que ocuparse de crear su propia plataforma logística para distribuir sus hortalizas por Europa.
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